Hace algunos días atrás les mostraba la excursión que realizamos a Península Valdés, donde tuvimos la oportunidad de avistar buena cantidad y variedad de fauna patagónica, incluyendo las temibles orcas que hicieron una aparición sorpresiva, tal como les conté en este post que pueden ver haciendo click aquí.
Fueron muchas las fotos que tomamos en ese paseo; tantas que no entraron en un sólo post, y por eso les presento esta recorrida en imágenes por la Península, que por supuesto comienza en el Centro de Visitantes, y como no podía ser de otra forma, con la maqueta del terreno a recorrer.
Claro que por más bien hecho que esté, un pedazo de plástico no tiene punto de comparación con ver la realidad con tus propios ojos. Por eso no nos demoramos mucho ahí adentro y enseguida subimos al mirador para observar lo que el camino nos deparaba.
Habría que sortear la rotonda para seguir camino rumbo a alguna de las dos opciones: por un lado, la Isla de los Pájaros.
O sino seguir camino hacia lo más profundo de la península, donde nos cruzaríamos con algún que otro choique (o quizá el se nos cruce a nosotros).
Ni se molesta, así que luego de la sesión de fotos, lo dejamos atrás y seguimos camino.
En medio de la inmensidad, la soledad de esta casa aislada del resto del mundo.
Será quizá el hogar de alguno de estos?
De estos no creo. Para qué iban a ir a encerrarse entre cuatro paredes si se ve que en la playa la pasan bastante bien?
La primer parada fue la pingüinera, y se ve que tienen régimen militar porque hasta montan guardia…
Obvio, como en todos lados, siempre hay algún perezoso que sólo se rasca…
A lo lejos se ve que hay otros especímenes que descansan de verdad.
Pero les convendría estar atentos, porque quizá pronto reciban visitas inesperadas…
Por suerte para ellos estas cuatro orcas vienen tranquilas, y hasta se anuncian!
Más adelante encontramos un sendero que nos acerca a la playa.
La vista desde allí es fenomenal.
La familia orca, en un casi primer plano.
Y también en primer plano los optimistas de siempre que no le dan bola…
Así pasamos por la hermosa y enorme Península Valdés. Es hora ya de comenzar a emprender el regreso.
¡Los espero en el próximo post de Ahicito Nomás!