Archivo por meses: abril 2022

Excursión a la Mina La Mejicana en imágenes.

Mucho hablamos ya en el blog del Cablecarril de Chilecito, y de la excursión a la Mina La Mejicana que realizamos durante el viaje a La Rioja y Catamarca. Pero aún así, luego de varios posts dedicados, no pude publicar todas las fotos que saqué durante esa travesía. Y la verdad que hay imágenes que valen la pena…

Por eso vamos hoy con esta excursión en imágenes, para que puedan darse una mejor idea de lo que les hablo, y de por qué se los recomiendo.

La 4×4 nos llevará cruzando el río un sinfin de veces, y uno de los primeros paisajes que nos llamará la atención será El Pecebre.

No hace falta estar tan cerca para advertir su vistoso colorido: ya desde lejos resalta del resto del paisaje.

Luego, la siguiente parada será el Cañón del Ocre, con una vista increíble de sus amarillentas paredes. El cañón mereció un post exclusivo al que accedés desde acá.

Igualmente, las vistas son fabulosas durante casi todo el trayecto.

Con unos colores increíbles…

A medida que subís, el río va tomando un color cada vez más intenso.

Y cuando ya todo el paisaje se va tornando más amarillento-anaranjado, sabés que te estás acercando a la mina.

Y que pronto vas a empezar a ver restos de lo que alguna vez fue la Estación 9 del cablecarril.

Y finalmente, llegás al destino.

Hoy día, la Estación 9 está abandonada, y en ruinas.

Pero su estructura sigue en pie.

Incluso ahí están las vagonetas, como esperando que la rueda arranque y les de impulso para bajar hasta la ciudad.

Pero claro, no todo está en su lugar.

Pero el cable, en sí, sigue firme después de tanto tiempo!

Increíble, realmente, que semejante obra se haya hecho en aquella época y en estos lugares desolados.

Y por supuesto, no olvidarse llegar hasta el socavón.

Los embudos por los cuales arrojaban el material para cargar las vagonetas.

Y las vagonetas tiradas por aquí y por allá.

Cuando las nubes se van cerrando sobre la montaña, sabemos que es momento de emprender la vuelta. No queremos que la tormenta nos sorprenda allí arriba.

Estos paisajes increibles, llenos de historia, están en La Rioja, una provincia realmente poco promocionada, pero que bien vale la pena conocer.

Ojalá con estas fotos te den ganas de hacerte un viajecito!

El Cristo de las Sierras, en Tandil.

La ciudad de Tandil es quizá el destino religioso por excelencia de la provincia de Buenos Aires, especialmente durante Semana Santa cuando miles de fieles y turistas se aprestan a visitar el Monte Calvario. Pero su Via Crucis no es la única atracción ligada a la religión en Tandil: desde el año 2014 en que fue inaugurado, el visitante también encuentra el Cristo de las Sierras.

Se trata de un monumento de 10 metros de alto que representa a Jesús con una mano extendida hacia el cielo, y la otra en horizontal, en un gesto de bendición hacia la ciudad que se levanta a lo lejos. Es obra del artista Fernando «Tirso» Pavolini.

Subir hasta el Cristo es una de las tantas actividades que se pueden realizar durante la estadía en Tandil. El ascenso se realiza a pie, por una calle de ripio por momentos bastante empinada, que requiere un pequeño esfuerzo pero que no se puede decir que sea difícil. Subir demandará entre 15 y 20 minutos, a menos que uno se detenga a descansar en alguno de los bancos distribuidos a lo largo del recorrido, o bien a contemplar el paisaje y sacar fotos.

La parada para observar los alrededores y gatillar la cámara fotográfica es, ciertamente, muy recomendable. Es que el Cristo está en lo alto y presenta una vista panorámica única, tanto de la ciudad como del paisaje circundante. Algo parecido en diferentes puntos a medida que se va subiendo, por lo que amerita hacer algunas pausas y levantar la vista del suelo.

En el «Valle de los Ciervos» una bandera argentina que flamea con fuerza llama a sacar la foto. Allí mismo hay un banco estratégicamente ubicado, mirando hacia el paisaje, pero vaya uno a saber por qué, ya no se accede a él para poder tomar un respiro y disfrutar del viento. Un alambrado nos separa, pero es evidente que eso es nuevo y que antes el visitante podía sentarse allí a contemplar la inmensidad.

Desde el Cristo puede apreciarse una vista panorámica de Tandil, incluido el Lago del Fuerte donde destaca «el geiser» disparando agua hacia el cielo.

Un detalle a tener en cuenta es que en todo el recorrido no hay una gota de sombra. Entonces no olvidar gorro y lentes de sol, llevar ropa liviana y clara (si vas un día de calor) y calzado cómodo. Y por supuesto, mejor hacer el paseo en horarios donde el sol no pegue tan fuerte.

Para llegar hasta el Cristo de las Sierras desde Tandil se debe tomar la Av. Don Bosco alejándose de la ciudad, hasta llegar a la intersección con la calle Papa Francisco, donde se dobla a la derecha. Allí se recorren unas cuadras hasta desembocar en el estacionamiento contiguo al punto de acceso. El horario habilitado es de 8:00 a 19:00 según el cartel de la entrada, pero esto es probable que cambie durante el año.

Lógicamente, el acceso es únicamente peatonal. Las personas con movilidad reducida pueden acceder desde la Reserva Natural Sierra del Tigre.

Si conocés Tandil y subiste al Cristo, contame qué te pareció. Y si aún no lo hiciste, podés agendarlo para cuando visites la ciudad. ¿Te animás al ascenso?