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La Torre de Londres: Fortaleza y Prisión.

La historia de la famosa Torre de Londres comienza con Guillermo El Conquistador, cuando en 1066 manda a construir las primeras defensas a orillas del Támesis. Con el correr del tiempo y el paso de diferentes monarcas, el Torre sufrió grandes cambios y mejoras que la convirtieron en una impenetrable fortaleza, y en una inexpugnable prisión, entre otras cosas.

En cuanto a su función como fortaleza podemos decir que es, básicamente, su razón de ser desde el comienzo mismo. La Torre Blanca, construcción originaria del castillo, fue desde siempre un imponente recinto militar dedicado a dar seguridad al rey cuando estaba en Londres.

Con el paso de los años a la torre central se le fueron agregando construcciones, y así la London Tower sumó muros defensivos, almenas y torres periféricas, además de un foso lleno de agua que dificultaba el acceso.

Hoy en día los visitantes pueden recorrer las almenas y el interior de 9 de las 10 torres albarranas que conforman el cerco perimetral defensivo del castillo. Como así también puede visitarse la armería, ubicada en la Torre Blanca, y desde la cual se equipara a las fuerzas armadas inglesas hasta 1850. Convertida en museo, la Armería Real es en la actualidad una de las muestras de armas y armaduras más destacadas, e incluye piezas de entre los años 1590 hasta 1680, aproximadamente.

Sin embargo, otro costado interesante de la Torre de Londres es el relacionado con su función de prisión, que en ocasiones llegó a ser un tanto tenebrosa. El primer prisionero albergado en la Torre Blanca fue Ranulf Flambard, quién escapara con una cuerda que le hicieron llegar escondida en una barrica, en el año 1100. Sin embargo, no todos los presos tuvieron tanta suerte como él.

Llama la atención, sin embargo, saber que el castillo no tenía celdas, ya que no había sido diseñado como prisión. Por lo tanto a los prisioneros se los alojaba donde se podía. En la Torre Beauchamp (que toma su nombre del conde de Warwick Thomas Beauchamp, quién permaneció prisionero en aquél lugar) pueden verse aún las inscripciones que los presos dejaron en las paredes durante su cautiverio.

Algunos de ellos, pertenecientes a familias reales o siendo personalidades de alto rango, disfrutaron de un encierro de lujo, incluidos abundantes banquetes donde no faltaban el alcohol, ni sus sirvientes. Ejemplo de esto es el rey Juan II de Francia, quién permaneció cautivo varios meses luego de ser capturado en la Batalla de Poitiers. Otros, en cambio, vivieron una experiencia terrorífica durante su estadía en la Torre.

Aunque fueron los menos, hubo casos en donde los presos fueron sometidos a los más variados tormentos. La tortura se utilizaba, sobre todo, para extraer información, y muchas veces con la mera amenaza era suficiente para que el cautivo dijera todo lo que sabía (o inventara lo que sus captores querían escuchar). En la Torre Sangrienta se expone una serie de instrumentos de tortura que eran utilizados en los interrogatorios de aquellas épocas.

«El Rack» es uno de ellos, y da pavor de tan solo mirarlo.

Y por supuesto hubo también condenados a muerte. La mayoría de las sentencias se ejecutaron públicamente en Tower Hill, fuera de los límites de la Torre, pero las más controvertidas se llevaron a cabo en el interior, donde se podía controlar mejor la situacion. A los nobles se los decapitaba, mientras que a los ciudadanos comunes de los ahorcaba. Lord Simon Fraser tiene el extraño honor de haber sido la última persona ejecutada en la colina, en 1747; mientras que en el parque de la Torre se dio muerte a 10 personas, entre ellas 3 reinas inglesas. La más célebre, por supuesto, Ana Bolena.

Este castillo, en pleno centro de la capital británica, es no solo un museo, sino un testimonio vivo de la historia inglesa. Dentro de sus paredes se dieron sucesos de los más variados, tanto insólitos como importantes. Es, sin duda, una visita obligada cuando se viaja a Londres. En este post al que accedés acá, te cuento cómo realizar la visita, y qué otras cosas podes ver.

Tras el Covid-19, la recuperación económica potencia la carga aérea

La semana pasada IATA publicó su habitual informe sobre carga aérea, en este caso analizando lo ocurrido en el mercado durante el mes de abril, período en el que se vieron tendencias positivas que se esperan perduren por lo que resta del año. Positivas, por supuesto, para la industria aérea y no tanto quizá para los expedidores y consignatarios que necesitan transportar sus mercaderías a través del globo.

En líneas generales, durante el 2021 se ve una fuerte recuperación en los volúmenes de carga aérea, mucho mejor que lo que se hubiera pensado en un principio. Comparado interanualmente, en abril de 2021 se movió un 12% más de carga que en el mismo mes del año pasado, mientras que de marzo a abril, el crecimiento este año fue del 4%, el pico más alto desde septiembre 2020.

La producción industrial y el comercio de bienes muestran una recuperación en V.

La realidad es que, en la actualidad, la salida de la crisis del Covid-19 en los países desarrollados está provocando una fuerte recuperación económica. Con la producción global industrial y el comercio de bienes en alza, los medios de transporte sienten esa presión y hoy en día se están viendo severos inconvenientes en la cadena logística, con fuertes cuellos de botella y demoras para embarcar.

El transporte marítimo, en particular, no cuenta con contenedores suficientes para satisfacer tal demanda, y entonces se dan retrasos y aumentos de tarifas que provocan la migración de carga hacia la vía aérea. A esto se agrega el hecho de que el precio de la tarifa aérea en términos relativos está mucho más barato, lo cual convierte al avión en una opción más que atractiva. Si bien antes de la pandemia el transporte aéreo era 12 veces más caro que el marítimo (con un pico de 20 durante lo peor de las cuarentenas, cuando la mayoría de los aviones quedaron en tierra), en la actualidad esa brecha se ha acortado notablemente.

Evolución de la relación de precio entre el flete aéreo y el marítimo.

Claro que los aviones no son ajenos a esta tendencia. Si bien a medida que la situación epidemiológica se estabiliza en algunos puntos del planeta la oferta de vuelos de pasajeros va creciendo (y por lo tanto también la bodega disponible para la carga), los factores de ocupación de carga está en niveles históricos. Para el transporte internacional ese índice está en el 66.5%, fuertemente presionado al alza por Asia (con un increíble 77.5%) y Europa (70.4%). Esto, por supuesto, mantiene a la tarifa aérea muy por encima de los niveles pre crisis, convirtiéndose las divisiones de carga de las aerolíneas en los motores de la recuperación de una industria que ha sido fuertemente afectada por el Covid-19.

Una particularidad de esta tendencia positiva es que está siendo aprovechada por todas las aerolíneas, con excepción de las latinoamericanas, única región cuyas compañías aéreas han visto una baja en sus volúmenes de carga. En parte, esto se explica por el hecho de que América Latina aún está siendo fuertemente afectada por el Covid-19 y mantiene fuertes restricciones a los viajes, y por otro lado los mayores operadores de la región han presentado procesos de quiebra y reestructuración que los han obligado a ceder participación en el mercado, principalmente a aerolíneas norteamericanas y europeas que hoy son las que potencian la oferta de bodega de carga en esta parte del continente. Si bien la demanda de bodega en la región va en crecimiento, no son los transportistas latinoamericanos los que más se están beneficiando.

Volúmenes de carga internacional aérea total y por región.

En resumen, el rápido crecimiento de la economía mundial y la imposibilidad del transporte marítimo para hacer frente a este boom introduciendo más contenedores en el mercado, implican una buena perspectiva para la carga aérea que se espera mantenga esta alta performance (en términos de ocupación) durante los próximos meses. Algo de aire para un sector por demás golpeado durante 2020.

Todos los gráficos son propiedad de © International Air Transport Association, 2021 . [Air Cargo Market Analysis]. All Rights Reserved. Available on IATA Economics page.