Una de las paradas que no podían faltar por mi viaje a Europa era la ciudad de Barcelona. Llegué hasta allí desde Madrid con el tren de alta velocidad Renfe AVE, como te conté en este post, y apenas me acomodé en el alojamiento salí a caminar.
En mi opinión, caminar una ciudad es la mejor forma de conocerla. Antiguamente lo hacía con un mapa en la mano pero hoy en día es más simple: se lo puede hacer mirando el celular para saber dónde está uno. Sin embargo esto implica un poco «caminar a ciegas», es decir sin saber qué es, o qué pasó por donde uno está yendo, cuestión por la que recomiendo hacer un walking tour como primera actividad al llegar a un lugar nuevo, o simplemente ir hasta una oficina de turismo para averiguar qué se puede hacer o visitar.
En el caso de Barcelona yo ya tenía alguna idea de lo que quería conocer, y mucho tenía que ver con la obra de Gaudí, pero aún así me faltaba el cómo: tickets, horarios, cómo llegar, etcétera. Así que mi primer caminata por la ciudad estuvo enfocada a ubicar una oficina de turismo, que finalmente encontré frente a la rambla.
Allí averigué las cuestiones que me interesaban y me encontré con una no tan grata sorpresa: prácticamente todo en Barcelona es arancelado, y con cupos. Esto no representa un gran problema si uno tiene un presupuesto abultado y varios días para quedarse en la ciudad; pero de no ser así habrá que elegir. Y la simple elección no es suficiente, sino que hay que elegir bien, y eso implica planificar correctamente.
El primer paso será decidir cuáles son los imperdibles, aquellos lugares que uno quiere visitar sí o sí porque para ello es que viajó hasta Barcelona. Cuando los tiempos apremian será importante comprar los tickets por internet: esto nos ahorra las esperas en las boleterías del lugar y, por sobre todo nos garantiza la reserva de nuestro cupo. Nada peor que llegar a un lugar y que se hayan terminado las entradas para el día. Además por internet las entradas suelen ser algo más económicas que en la boletería, aunque igualmente en la mayoría de los casos me siguiendo pareciendo demasiado caras, al menos para el bolsillo argentino. Pero ANTES de comprar nada será aconsejable revisar las webs de todos los lugares que queremos visitar obligatoriamente para constatar horarios, costos y si hay cupos para el día y hora que queremos.
El tema de los cupos puede llegar a convertirse en un problema, así que será aconsejable consultar en la oficina de turismo que tan estricto es en cada lugar. Por ejemplo en mi caso la Sagrada Familia esa un punto obligado, y subir a sus torres también. Pero allí tanto los tickets como los horarios son realmente restringidos y a mi, acostumbrado a que en Argentina visitar una iglesia no es tan complejo, me generó un contratiempo ya que tuve que cambiar el día que pensaba ir. Por el contrario, me estaba haciendo mucho problema porque no aparecía disponibilidad para visitar el Castillo de Montjuic, otro imperdible en mi agenda, y resultó ser que allí los cupos eran solamente referenciales.
En fin, estando allí saltando de web en web caí en la cuenta de lo bueno que hubiera sido tener este ejercicio previamente hecho desde Buenos Aires, así uno no se desilusiona tanto cuando ve algunos precios y además ya se viaja con una idea más acabada de cómo organizar los días en la ciudad. Algo que aplica a cualquier ciudad del mundo, pero que en Barcelona parece indispensable. Así es que les dejo a continuación una lista con los links a los lugares que visité (o intenté visitar) para que puedan chequear horarios y precios por anticipado:
- Basílica de la Sagrada Familia y sus torres
- Park Güell
- Castillo Montjuic
- La Pedrera
- Casa Batlló
- Palau Güell
En caso de que se quiera visitar más de un lugar por día habrá que considerar el tiempo de traslado para llegar a tiempo, y en ese sentido el Metro es una buena opción para ahorrar tiempos; pero de eso hablaremos en un próximo post.