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La Torre del Reloj de Villa General Belgrano.

En pleno centro de Villa General Belgrano hay una estructura que resalta por sobre el resto de las edificaciones de estilo alemán que le dan su carecterística distintiva a este pueblo cordobés. Se trata de la torre del reloj, que con sus 23 metros de altura culmina en un mirador desde el que se pueden obtener magníficas vistas de los 4 puntos cardinales.

La torre está ubicada en la actual oficina de turismo, y ahí mismo se abona el ticket de ingreso que en marzo 2022 era de $ 150 por persona. Subir es bastante simple y no requiere mayor esfuerzo. Nosotros lo hicimos con el bebé a upa a pesar de tener que sorterar los 98 escalones de la escalera caracol.

El mirador está ubicado en el 7° y último piso, pero previo llegar a él, en uno de los pisos intermedios, se puede apreciar el mecanismo del reloj, que se trajo desde Europa gracias al aporte de muchos vecinos de la villa. Tiene un sistema de sonería similar al del Big Ben de Londres: suena cada 15 minutos con una melodía que es acompañada por las campanadas correspondientes.

Cuando uno llega al mirador, lo primero que nota son los coloridos dibujos en las paredes, obra del artista Héctor Dexamar que buscó plasmar allí su visión del paso del tiempo.

En el suelo, por su parte, hay dibujada una rosa de los vientos que sirve para ubicar al visitante en cuanto al punto geográfico hacia el que está mirando.

Las vistas panorámicas desde allí arriba son excelentes, y dependen de hacia dónde se mire. Hacia el sur se llega a ver el pueblo de Yacanto de Calamuchita. Al oeste se divisan claramente las Sierras Grandes, donde destaca el Cerro Calchaquí que, con sus 2890 metros es el más alto de la provincia de Córdoba; mientras que al este se divisa el cordón Sierra Chica en uno de cuyos cerros se encuentra la Virgen del Valle.

Y hacia el norte se divisa la plaza principal rodeada por una frondosa arboleda.

Desde el mirador se tiene también una privilegiada vista del salón de convenciones contiguo, con su barómetro. En lo alto de su fachada, hay dos figuras vestidas con trajes típicos alemanes, que anuncian el clima. Cuando el tiempo es bueno, la mujer es la que se encarga, mientras que cuando es tiempo de malas noticias, es el hombre quién toma coraje y lo comunica.

Una forma diferente de conocer Villa General Belgrano y sus alrededores, y de disfrutar sus paisajes. Y por supuesto, a no olvidarse la cámara de fotos para unas tomas únicas!

El Parque Independencia de Tandil.

Uno de los clásicos atractivos de toda ciudad serrana son las vistas panorámicas. En el caso de Tandil, una de las panorámicas por excelencia es la que se obtiene desde lo alto del Parque Independencia.

Inaugurado en 1923 para el centenario de la fundación de la ciudad, el Parque Independiencia está ubicado hacia el sur de la ciudad, muy cerca del Lago del Fuerte, y en su ingreso cuenta con un pórtico donado por la comunidad italiana que no pasa desapercibido y es uno de los monumentos icónicos de la ciudad.

El parque en sí es un área de recreo al aire libre, de acceso público y gratuito, frecuentada tanto por locales como por turistas. En él se destaca el Anfiteatro Municipal que tiene capacidad para unos 5000 espectadores. Sin embargo, lo más llamativo del parque está en la cumbre del cerro que lo alberga.

El Castillo Morisco es un atractivo turístico en sí mismo. Se trata de una construcción donada por la comunidad española que alberga un restaurante. Desde allí, la vista de Tandil es excelente, pero aún se puede mejorar. En la torre del castillo hay una escalera que conduce a la terraza del castillo desde la cual las fotos son inmejorables. Un clásico del turismo tandilense es acercarse al castillo a diferentes horas del día, para apreciar la vista con diferentes tonalidades de luz.

Saliendo hacia atrás de la terraza del castillo se llega hasta el monumento al General Martín Rodríguez, el fundador de la ciudad. En lo alto también, pero mirando hacia el estacionamiento, se podrán observar los antiguos cañones que supieron estar emplazados en el Fuerte Independencia, que luego daría origen a Tandil como ciudad.

Hasta el castillo se puede subir tanto en vehículo como a pie. Como sea, el pasar por aquí es uno de los paseos obligados cuando se visita Tandil. Y por supuesto, a no olvidarse de cargar el celular, o la batería de la cámara fotográfica.