A pesar de que mi último viaje a Ushuaia fue en enero, pleno verano en el hemisferio sur, la condición de ciudad más austral del mundo se hizo sentir con un frío tan inesperado como intenso.
Las bajas temperaturas, en ocasiones por debajo de los 0°C, no nos iban a detener en el comienzo de las vacaciones, así que ya que las condiciones no estaban dadas para el trekking, alquilamos un auto y salimos a recorrer los alrededores de la ciudad.
Tomando la Ruta Nacional 3 nos fuimos encontrando con un paisaje totalmente diferente al que hubiéramos pensado unos días antes, todavía en Buenos Aires. La nieve del día anterior se mantenía firme sobre los costados de la ruta y cuánto más en la parte alta de las montañas, regalándonos las vistas que compila este post.
Apenas salíamos de Ushuaia y ya teníamos que tirarnos a la banquina para bajar a hacer las primeras fotos.
Dentro del bosque un camino entre los árboles es más pintoresco de lo que se supondría, producto de estar costeado por la nieve. Sobre la misma, la vegetación aguanta el frío del verano.
El paisaje se presta para jugar un poco con la cámara.
Siguiendo viaje por la ruta hacia el norte con dirección al pueblo de Tolhuin, el paisaje se vuelve más panorámico.
En un punto, al costado de la ruta hay un mirador. Ubicarlo es fácil porque allí un camino secundario se sale de la ruta y la costea por algunos metros, para luego volver a unirse a ella. En ese tramo uno puede estacionar el auto sin peligro, y subir por una escalera a la ladera de la montaña desde donde se sacan fotos como ésta.
O esta otra, si uno mira hacia el otro lado.
Estas imágenes son las que hacen que aguantar el frío valga la pena. La verdad es que no esperábamos verlas, así que podemos decir que tuvimos mucha suerte.
Claro que la nieve no sólo cambia paisajes increíbles, sino que también te permite divertirte de una forma diferente, como seguramente hicieron los que pasaron por el mirador antes que nosotros y aprovecharon lo que la naturaleza les regalaba.
Así pasaron las postales de estos paisajes nevados. Un privilegio que tuvimos al viajar a Ushuaia en pleno verano.