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City Tour por el barrio histórico de Colonia del Sacramento, Uruguay.

Como te conté en este otro post, el tour de día entero que contratamos con Colonia Express incluía un paseo guiado por el barrio histórico de la ciudad. Así fue como apenas bajamos del buque, en el hall principal de la terminal fluvial varios guias nos estaban esperando con carteles identificatorios. Luego de esperar algunos minutos a que todos los pasajeros hubieran pasado por los controles (y por el baño), nos dividieron en grupos de aproximadamente 20 personas cada uno, y nos repartimos entre los guías dependiendo del idioma de preferencia: español o inglés.

Estacion Colonia

La estación de tren, justo frente al puerto, es el punto de partida del City Tour a pie.

El que nos tocó a nosotros fue Carlos, un uruguayo muy simpático que además le puso mucha onda al traducir gran parte de lo que contaba en español, al portugués, para una mejor comprensión del contingente brasileño que nos acompañaba. Asi fue que Carlos nos contó que en realidad Colonia del Sacramento fue fundada por Manuel Lobo en enero de 1680, quien en ese momento era gobernador de Rio de Janeiro y servía a la corona portuguesa.

Palmeras de Colonia

Costeando la orilla del río, entre la estación de tren y la muralla, las palmeras dan un toque particular.

Sin embargo, estando ubicada frente a Buenos Aires, principal puerto colonial español en la zona, Colonia se convertía en estratégica. Desde allí los portugueses podían burlar el monopolio decretado por España con sus territorios coloniales y contrabandear todo tipo de mercancías sin que la aduana de Buenos Aires cobrara un sólo peso por impuestos, creándole entonces un gran perjuicio económico. Además, un puerto tan cercano al de Buenos Aires tenía gran importancia a nivel militar también.

Muralla con cañones

Hace cientos de años atrás, Colonia era militar y comercialmente estratégica en el Río de la Plata.

Esta situación desembocó en el interés de los españoles por la ciudad, y su establecimiento en la zona conocida hoy como Real San Carlos, a unos 5 kilómetros del barrio histórico bajando por la costa. Desde allí los españoles intentarían tomar la ciudad. Siete veces la misma cambiaría de manos, pasando de administración española a portuguesa y viceversa, hasta que finalmente terminó quedando en manos de los españoles.

Calles con Santa Rita

La Santa Rita, con sus flores rosas, son típicas del lugar y se las puede ver por todos lados.

Esta es la razón por la cual en este particular lugar del planeta se mezclan tanto la arquitectura de estilo portugués con el español, cuya conjunción además fue tenida en cuenta por la Unesco a la hora de declararla Patrimonio de la Humanidad.

Casa colonial

Las casas coloniales mezclan estilos español y portugues, a veces en una misma construcción.

El paseo comienza frente al puerto, en la vieja estación de trenes de Colonia, y sigue bordeando la costa del Río de la Plata hasta la muralla que defendía la ciudad de los ataques por mar. La Puerta de la Ciudadela, original hasta las piedras de color que pueden verse y desde ese punto hacia arriba reconstruída, es hoy uno de las postales típicas del lugar.

Puerta Ciudadela

La Puerta de la Ciudadela, con su puente levadizo, es uno de los símbolos más representativos de Colonia.

Otra postal clásica es la de la Calle de los Suspiros, rebautizada de esta forma no hace tanto, y de la que hay muchas historias al respecto del origen de su nombre, como por ejemplo la que dice que por allí marchaban los condenados a muerte para ser ejecutados. Sin embargo, nuestro guía Carlos dice tener la versión correcta: esta era la calle que concentraba en la antigüedad a los burdeles del pueblo y los suspiros que aquí se oían eran mucho más placenteros que los de unos convictos a punto de morir.

Calle de los Suspiros

La tradicional Calle de los Suspiros, donde las chicas tienen que ir y volver para que les pidan casamiento.

Cerca de allí está también el faro, otro de los símbolos característicos de la ciudad, y desde el cual se puede apreciar una vista privilegiada del Río de la Plata, y del pueblo en sí. Esta vez no subimos, aunque pagando la entrada se podía, pero ya lo he hecho anteriormente así que más adelante podré desempolvar viejas fotos  y armar un post al respecto.

Faro y ruinas convento

El faro, uno de los 15 con los que cuenta Uruguay, es característico. Adelante, las ruinas del convento.

Una particularidad de Colonia es que, siendo una ciudad «española» no tiene el clásico trazado cuadrangular, sino que sus calles parecen girar sin lógica aparente, en lo que es un estilo arabezco dictado por su verdadero origen portugués. A diferencia del español, este estilo construye teniendo en cuenta el clima, la dirección preponderante de los vientos, y la posibilidad de un ataque enemigo que hay que repeler. Así es que, sin ningún tipo de desagüe, estas calles escurren el agua de las lluvias por sí solas, estando especialmente diseñadas para dejarla correr.

Cañon

La muralla protegía la ciudad de los ataques enemigos, y estaba custodiada por cañones.

Otra cosa que llama la atención es la cantidad de piedra que se ve por todos lados. No sólo en la muralla, sino también en las construcciones se ven grandes cantidades de piedra, algo que en la margen argentina del río es escaso. Según Carlos esto se debe a que en eras pasadas la capa de piedras del lado de Buenos Aires se hundió y hoy está a kilómetros bajo la superficie del agua, incluso debajo del lecho, mientras que en Uruguay quedó a flor de piel.

Costa

En la costa se puede ver a simple vista que la piedra con la que se levantó la ciudad aún hoy abunda.

Una historia cuenta que los portugueses, cuando deciden la fundación de esta ciudad, y pensando que era similar a Buenos Aires, trajeron piedra para construir desde Río de Janeiro. Esto se puede ver por ejemplo en la iglesia principal, cuya pila bautismal, siempre según Carlos, fue traida desde Brasil ante la idea de que aquí no iban a encontrar piedra para fabricarla.

Calles coloniales

Las calles empedradas, típicamente coloniales, no distinguen veredas, y bajan hasta el río.

La iglesia es el punto donde finaliza el tour guiado por el Barrio Histórico, que hoy en día cuenta con apenas 30 habitantes, habiéndo emigrado el resto hacia otras zonas para poder vender las propiedades a altísimos precios una vez declarada la ciudad como Patrimonio Histórico de la Humanidad, hecho que lo convirtió en un gran negocio de especulación inmobiliaria.

Iglesia de Colonia

La iglesia, centro neurálgico del Barrio Histórico, es el punto de finalización del tour.

Desde ese momento, casi mediodía, uno queda liberado para hacer lo que le plazca, hasta que llegue la hora de volver al puerto para tomar el buque de regreso. Igual que vos, que desde ahora quedás liberado hasta el lunes que viene, momento propicio para volver a conectarte a Ahicito y disfrutar de un nuevo post. Mientras tanto, para que no se te haga tan largo, este jueves se publica la Galería Fotográfica de Colonia, así que no te la pierdas.

Plaza Manuel Lobo

La plaza Manuel Lobo homenajea al fundador allí donde antes estuviera la Casa de los Gobernadores.

¡Hasta entonces!

Pasando el día en Uruguay con Colonia Express.

Cruzar el charco no sólo es una buena opción para vacacionar, hacer playa o pasar un fin de semana largo de relax; sino que al menos para los que vivimos en Buenos Aires también es una alternativa para pasar el día. Para ello, la ciudad de Colonia es ideal: está a apenas una hora de navegación y sus raices coloniales, que aún perduran a simple vista, la hacen un lugar pintorzco por el que es placentero el simple hecho de caminar.

Luego de mirar varias posibilidades, en diciembre pasado nos decidimos por el Day Tour Classic de Colonia Express, que por un muy buen precio nos ofrecía el viaje en buque rápido, city tour guiado y el almuerzo.

Ese sábado comenzó muy temprano ya que el buque salía a las 8 de la mañana, por lo que había que estar en el puerto a las 7 a más tardar, lo que se tradujo en un despertador programado a las 5.30 de la madrugada. Importante será tener armada la mochila con anticipación, y no cometer los mismos errores que yo: llevar gorro para el sol y evitar el jean en caso de que se preanuncie un día de calor.

A toda maquina

La doble estela marca que el buque navega rápido. Al fondo, la Ciudad de Buenos Aires que se aleja.

Si bien la página de Colonia Express dice que el puerto no tiene estacionamiento, justo en frente a la terminal, debajo de la autopista, hay uno. Sino la otra alternativa es buscar un lugar en el barrio alrededor y dejarlo en la calle. Está permitido, incluso hay señalización para estacionar en 45°, pero se ve que allí todos los vecinos estacionan en la vereda porque encontrar lugar puede llegar a ser difícil.

Terminal BUE

El área de preembarque de la Terminal de Buenos Aires. A las 8 de la mañana está muy tranquila.

Ya en la terminal habrá que pasar por el mostrador de check in y luego por aduana y migraciones. En aduana no me quisieron tomar la declaración de las cámaras reflex que estábamos llevando, argumentando que como veníamos el mismo día y por esa misma vía no hacía falta. Le discutí un poco al guarda pero no dio el brazo a torcer, así que no me quedó otra que seguir viaje con la duda de qué pasaría al regreso. El paso siguiente fue migraciones, que es conjunta: primero pasás por la ventanilla de Argentina donde registran tu egreso, y al lado tenés al colega uruguayo que ya te anota como si estuvieras del otro lado del río.

Buque Area Central

El área central del buque tiene grupos de asientos y adelante varias mesas con sillones.

El buque que nos tocó a nosotros era bastante grande, y según escuché por ahí, es la nueva adquisición de Colonia Express: más grande que los anteriores (como el que se ve en la foto de portada), éste carga autos bajo cubierta y eso hace que siempre se retrase. No se qué tanto de verdad habrá en el comentario, pero lo cierto es que nuestra salida se retrasó media hora.

Compartimiento Equipaje

El compartimiento portaequipajes del área lateral del buque.

Una particularidad de Colonia Express es que no se despacha equipaje, sino que las valijas tenés que llevarlas vos encima. Para eso, el buque cuenta con algunos espacios acondicionados como portaequipajes, y además, el personal de puerto que asiste el embarque y desembarque tanto de un lado del Río de la Plata como del otro, también te da una mano cuando ve que necesitás ayuda para subir las valijas por las escaleritas.

Porta Equipaje

El portaequipajes del área central del buque está detrás de la zona de asientos.

Los asientos son cómodos y están repartidos en dos filas de tres en cada uno de los costados, a los que se accede bajando una escalera y desde los que tenés vista al exterior por las ventanillas; mientras que en el área central del buque hay grupos más grandes. Una rareza es que los del medio del área central cuentan con bandejitas plegables en el respaldo de adelante, tal como en los aviones, mientras que los de los laterales no.

Filas de 3

A cada lateral del buque hay dos grupos de 3 asientos cada uno. Se accede bajando la escalera.

También en el área central, en la parte delantera, hay unas mesas grandes rodeadas de sillones donde las familias o grupos grandes de amigos pueden aprovechar a sentarse y tomar unos mates durante la navegación. Subiendo las escaleras de la proa, por el costado de esas mesas, hay unos asientos más que varios pasajeros aprovecharon para convertir en cama y tirarse una siesta.

Quizá lo más interesante sea que, a pesar de ser un buque rápido, se puede salir a la cubierta exterior por la parte posterior, y disfrutar del sol, el viento, y sacar fotos de Buenos Aires como esta:

BUE desde el rio

Los edificios de Buenos Aires vistos desde el Río de la Plata.

El ticket no incluye ningún tipo de servicio de refrigerio, pero incluso antes de zarpar se habilita un buffet donde podés comprar uno de los desayunos más caros que hayas visto, porque además está en dólares. Allí mismo está también el acceso al free shop.

Buques abandonados

En la salida del Puerto de Buenos Aires las postales de buques abandonados son una constante.

Ya en Colonia algo que me llamó la atención es que hay que volver a pasar el equipaje por los scanners, cuestión rara considerando que ya se hizo en Buenos Aires y que luego de eso el único lugar donde estuvimos fue el área restringida de la terminal y el buque en sí. Se ve que el control conjunto está avalado para migraciones, pero no tiene efecto a nivel aduanas…

Puerto Colonia

El Puerto de Colonia, desde el buque cuando estaba a punto de atracar.

En el hall principal de la terminal uruguaya nos esperaban los guías del cititour, del que habrá un post más adelante. En este punto quiero hacer un paréntesis para comentar que en Colonia no hace falta que cambien dinero, ya que todos los locales aceptan tanto pesos uruguayos, argentinos, reales como dólares. Esto es una gran ventaja para ahorrarse el spread de los bancos y casas de cambio.

Cambio

Con el cepo vigente, en los comercios el peso se aceptaba a 1,80. Ahora, estos valores no van más.

La otra parada predeterminada era el almuerzo en el tradicional restaurant La Pasiva, donde contra la presentación del voucher te dan una carta especial, que si bien se la ve bastante completa, seguramente la diferencia principal radique en el tamaño de los platos. Igualmente, este chivito uruguayo para un día de calor estaba más que bien.

Chivito uruguayo

El chivito uruguayo es un sandwich clásico. El del menú turístico debe ser más pequeño que el normal.

La bebida no estaba incluida, y resultó bastante cara. Pero no sólo en La Pasiva, sino que en cualquier bar o restaurante donde frenaras a tomar una cerveza fría, ibas a terminar pagando casi AR$90 la botella. Lo interesante era que al pagar con pesos argentinos, los comerciantes te los aceptaban a mejor precio que las casas de cambio, así que allí comprobamos que no hacernos de pesos uruguayos en el puerto fue una gran decisión.

Bebida Uruguaya

Para mi, la mejor cerveza uruguaya: Patricia.

Para el regreso estuvimos en el puerto con media hora de anticipación. Los controles de salida consisten únicamente en el migratorio conjunto, no habiendo scanners de aduana que revisen el equipaje, cuestión que a simple vista, y acostumbrados a viajar en avión, pareciera ser una falla de seguridad: nadie controla qué se está subiendo al buque. Esto por supuesto no es un tema de Colonia Express, sino un problema del puerto de Colonia, que deja bastante que desear. El área de preembarque es un verdadero caos: las pantallas muestran los arribos en lugar de las partidas, y las indicaciones de por qué puerta y cuándo se embarca la dan los empleados a los gritos. La gente llega hasta la puerta preguntando qué buque está embarcando, para que el empleado le diga que su empresa todavía no, que espere a un costado. En fin, un desastre.

Terminal Colonia

La absolutamente desorganizada Terminal del Puerto de Colonia. Las indicaciones son a los gritos.

Otra falla de seguridad estuvo a bordo del buque, y esta sí atañe a Colonia Express. Yo ya había notado a la ida que el video de seguridad indicaba que en cada siento estaba la cartilla de seguridad y que eso no era cierto. Pero ahora, prestando más atención, notamos que el video que estaban pasando, más allá de las deplorables actuaciones con las que contaba, parecía corresponder a un barco diferente al que habíamos abordado.

Barco amarrado UY

Llegando al puerto de Colonia. Barco atracado en el muelle con la costa detrás.

Finalizando el reporte, en el control de aduana no me preguntaron nada por las cámaras. No se si sería por la hora, o porque el guarda de la mañana tenía razón en que no se pedía declaración si se va y viene el mismo día. Lo que sí es seguro es que el paseo vale la pena, (especialmente si te gusta la fotografía, la historia o la arquitectura), pero termina siendo un día muy largo y bastante cansador, así que lo mejor es organizarlo bien y dejarte el día siguiente libre para dormir hasta tarde.

Costa uruguaya

Vista del Río de la Plata llegando a Colonia, Uruguay.

Eso sí, recordá levantarte a tiempo para leer el próximo post de Ahicito Nomás!