Cruzar el charco no sólo es una buena opción para vacacionar, hacer playa o pasar un fin de semana largo de relax; sino que al menos para los que vivimos en Buenos Aires también es una alternativa para pasar el día. Para ello, la ciudad de Colonia es ideal: está a apenas una hora de navegación y sus raices coloniales, que aún perduran a simple vista, la hacen un lugar pintorzco por el que es placentero el simple hecho de caminar.
Luego de mirar varias posibilidades, en diciembre pasado nos decidimos por el Day Tour Classic de Colonia Express, que por un muy buen precio nos ofrecía el viaje en buque rápido, city tour guiado y el almuerzo.
Ese sábado comenzó muy temprano ya que el buque salía a las 8 de la mañana, por lo que había que estar en el puerto a las 7 a más tardar, lo que se tradujo en un despertador programado a las 5.30 de la madrugada. Importante será tener armada la mochila con anticipación, y no cometer los mismos errores que yo: llevar gorro para el sol y evitar el jean en caso de que se preanuncie un día de calor.

La doble estela marca que el buque navega rápido. Al fondo, la Ciudad de Buenos Aires que se aleja.
Si bien la página de Colonia Express dice que el puerto no tiene estacionamiento, justo en frente a la terminal, debajo de la autopista, hay uno. Sino la otra alternativa es buscar un lugar en el barrio alrededor y dejarlo en la calle. Está permitido, incluso hay señalización para estacionar en 45°, pero se ve que allí todos los vecinos estacionan en la vereda porque encontrar lugar puede llegar a ser difícil.

El área de preembarque de la Terminal de Buenos Aires. A las 8 de la mañana está muy tranquila.
Ya en la terminal habrá que pasar por el mostrador de check in y luego por aduana y migraciones. En aduana no me quisieron tomar la declaración de las cámaras reflex que estábamos llevando, argumentando que como veníamos el mismo día y por esa misma vía no hacía falta. Le discutí un poco al guarda pero no dio el brazo a torcer, así que no me quedó otra que seguir viaje con la duda de qué pasaría al regreso. El paso siguiente fue migraciones, que es conjunta: primero pasás por la ventanilla de Argentina donde registran tu egreso, y al lado tenés al colega uruguayo que ya te anota como si estuvieras del otro lado del río.

El área central del buque tiene grupos de asientos y adelante varias mesas con sillones.
El buque que nos tocó a nosotros era bastante grande, y según escuché por ahí, es la nueva adquisición de Colonia Express: más grande que los anteriores (como el que se ve en la foto de portada), éste carga autos bajo cubierta y eso hace que siempre se retrase. No se qué tanto de verdad habrá en el comentario, pero lo cierto es que nuestra salida se retrasó media hora.

El compartimiento portaequipajes del área lateral del buque.
Una particularidad de Colonia Express es que no se despacha equipaje, sino que las valijas tenés que llevarlas vos encima. Para eso, el buque cuenta con algunos espacios acondicionados como portaequipajes, y además, el personal de puerto que asiste el embarque y desembarque tanto de un lado del Río de la Plata como del otro, también te da una mano cuando ve que necesitás ayuda para subir las valijas por las escaleritas.

El portaequipajes del área central del buque está detrás de la zona de asientos.
Los asientos son cómodos y están repartidos en dos filas de tres en cada uno de los costados, a los que se accede bajando una escalera y desde los que tenés vista al exterior por las ventanillas; mientras que en el área central del buque hay grupos más grandes. Una rareza es que los del medio del área central cuentan con bandejitas plegables en el respaldo de adelante, tal como en los aviones, mientras que los de los laterales no.

A cada lateral del buque hay dos grupos de 3 asientos cada uno. Se accede bajando la escalera.
También en el área central, en la parte delantera, hay unas mesas grandes rodeadas de sillones donde las familias o grupos grandes de amigos pueden aprovechar a sentarse y tomar unos mates durante la navegación. Subiendo las escaleras de la proa, por el costado de esas mesas, hay unos asientos más que varios pasajeros aprovecharon para convertir en cama y tirarse una siesta.
Quizá lo más interesante sea que, a pesar de ser un buque rápido, se puede salir a la cubierta exterior por la parte posterior, y disfrutar del sol, el viento, y sacar fotos de Buenos Aires como esta:

Los edificios de Buenos Aires vistos desde el Río de la Plata.
El ticket no incluye ningún tipo de servicio de refrigerio, pero incluso antes de zarpar se habilita un buffet donde podés comprar uno de los desayunos más caros que hayas visto, porque además está en dólares. Allí mismo está también el acceso al free shop.

En la salida del Puerto de Buenos Aires las postales de buques abandonados son una constante.
Ya en Colonia algo que me llamó la atención es que hay que volver a pasar el equipaje por los scanners, cuestión rara considerando que ya se hizo en Buenos Aires y que luego de eso el único lugar donde estuvimos fue el área restringida de la terminal y el buque en sí. Se ve que el control conjunto está avalado para migraciones, pero no tiene efecto a nivel aduanas…

El Puerto de Colonia, desde el buque cuando estaba a punto de atracar.
En el hall principal de la terminal uruguaya nos esperaban los guías del cititour, del que habrá un post más adelante. En este punto quiero hacer un paréntesis para comentar que en Colonia no hace falta que cambien dinero, ya que todos los locales aceptan tanto pesos uruguayos, argentinos, reales como dólares. Esto es una gran ventaja para ahorrarse el spread de los bancos y casas de cambio.

Con el cepo vigente, en los comercios el peso se aceptaba a 1,80. Ahora, estos valores no van más.
La otra parada predeterminada era el almuerzo en el tradicional restaurant La Pasiva, donde contra la presentación del voucher te dan una carta especial, que si bien se la ve bastante completa, seguramente la diferencia principal radique en el tamaño de los platos. Igualmente, este chivito uruguayo para un día de calor estaba más que bien.

El chivito uruguayo es un sandwich clásico. El del menú turístico debe ser más pequeño que el normal.
La bebida no estaba incluida, y resultó bastante cara. Pero no sólo en La Pasiva, sino que en cualquier bar o restaurante donde frenaras a tomar una cerveza fría, ibas a terminar pagando casi AR$90 la botella. Lo interesante era que al pagar con pesos argentinos, los comerciantes te los aceptaban a mejor precio que las casas de cambio, así que allí comprobamos que no hacernos de pesos uruguayos en el puerto fue una gran decisión.

Para mi, la mejor cerveza uruguaya: Patricia.
Para el regreso estuvimos en el puerto con media hora de anticipación. Los controles de salida consisten únicamente en el migratorio conjunto, no habiendo scanners de aduana que revisen el equipaje, cuestión que a simple vista, y acostumbrados a viajar en avión, pareciera ser una falla de seguridad: nadie controla qué se está subiendo al buque. Esto por supuesto no es un tema de Colonia Express, sino un problema del puerto de Colonia, que deja bastante que desear. El área de preembarque es un verdadero caos: las pantallas muestran los arribos en lugar de las partidas, y las indicaciones de por qué puerta y cuándo se embarca la dan los empleados a los gritos. La gente llega hasta la puerta preguntando qué buque está embarcando, para que el empleado le diga que su empresa todavía no, que espere a un costado. En fin, un desastre.

La absolutamente desorganizada Terminal del Puerto de Colonia. Las indicaciones son a los gritos.
Otra falla de seguridad estuvo a bordo del buque, y esta sí atañe a Colonia Express. Yo ya había notado a la ida que el video de seguridad indicaba que en cada siento estaba la cartilla de seguridad y que eso no era cierto. Pero ahora, prestando más atención, notamos que el video que estaban pasando, más allá de las deplorables actuaciones con las que contaba, parecía corresponder a un barco diferente al que habíamos abordado.

Llegando al puerto de Colonia. Barco atracado en el muelle con la costa detrás.
Finalizando el reporte, en el control de aduana no me preguntaron nada por las cámaras. No se si sería por la hora, o porque el guarda de la mañana tenía razón en que no se pedía declaración si se va y viene el mismo día. Lo que sí es seguro es que el paseo vale la pena, (especialmente si te gusta la fotografía, la historia o la arquitectura), pero termina siendo un día muy largo y bastante cansador, así que lo mejor es organizarlo bien y dejarte el día siguiente libre para dormir hasta tarde.

Vista del Río de la Plata llegando a Colonia, Uruguay.
Eso sí, recordá levantarte a tiempo para leer el próximo post de Ahicito Nomás!
a Colonia viajo seguido, tengo familia alla y este año habre ido mas de 10 veces. Habia leido malas criticas de colonia express, yo solo viaje dos veces y fue todo genial. Me atrevo a decir que mucho mejor que buquebus o seacat, que se llenan de gente y varias veces nos dejaron un par de horas clavados… Con respecto al precio, a veces es mas barato, no siempre, depende de con cuanta anticipacion compras el pasaje supongo. Saludos!
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Gracias por comentar Flor!!!
Seguro, como en todos lados hay viajes que salen buenos y otros no tanto. Y además cada uno de nosotros tenemos percepciones e intereses diferentes. En algún momento reincidiré cruzando de nuevo el charco y podré comparar!
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Vergüenza e indignacion. Nunca más en la vida voy a viajar por esa empresa, es más económico, pero corren grandes riesgos de pasar un mal momento. Nadie hace nada, y desde años por lo que leo en el blog y por lo que hoy me tocó vivir veo que no mejoraron en nada. Vine junto a mi novio a hacer una escapadita, el sábado partimos de bs as a colonia sin problema, más allá de que el barco es viejo, y él freeshop súper chico. Más allá de eso no hay servicio de cafetería, y a lo sumo te podes comprar un café de nescafe. A la vuelta, la pase muy mal. El barco tenía que salir el domingo a las 20.30, nos dijeron 20.35 que por problemas técnicos se iba a demorar, no dando mayores datos. Luego informaron que los pasajeros con vehículos iban a viajar por buquebus hs 21.00 nunca logramos viajar, si un grupo de brasileños que se trabaron para viajar. Nosotros confiamos en lo que nos dijo uno de los empleados, y al final nos hizo esperar más de una hora…sin darnos respuesta…se llevaron ntros pasajes y dijeron que iban a ver si podían cambiarlos así podíamos viajar en el próximo viaje de bqbs… Así dos horas más, mientras tanto mi novio iba y venía tras la persona que se había llevado los pasajes.. La sala de espera estaba llena de efectivos del ejército. Todos estaban protegiendo a los empleados, los cuales si bien no tienen la culpa directamente no daban respuestas lógicas. En un momento yo quería salir afuera a fumar un cigarrillo, ya que eran las 22.30 y desde las 18 estaba esperando… Pero de muy mala manera me dijeron los empleados que no podía salir… Les pregunté si me estaban reteniendo, y me dijeron que no, que estaba demorado el barco, a lo que les dije que uno estaba demorado cuando se trataba de una hora, o dos, pero que me sentía sofocada… Me dijo gente de migraciones que me vaya pero que no podía volver a entrar, a lo que le dije que no tenía lógica, ya que no iba a estar encerrada, ya que supuestamente tenía que esperar hasta las 8 de la mañana del lunes…ya que el barco con bodega llegaba al día siguiente… Me volvió a repetir que si quería ir que me vaya, pero que no podía volver, le expliqué que me habían sacado los pasajes… Y que me dejara salir, ya que me sentía mal… Ante la negativa y la burla de este sujeto le dije que era un incompetente… Quizás la verdad a algunos les molesta.. Por lo cual me dijo que la prox que lo insulte me iban a llevar detenida… En fin fue un bochorno.. No le llevaron detenida Xq no hice nada malo, y me contuve… Ya que aveces ante el manoseo y la mala predisposición de los empleados uno se siente impotente… Pude cambiar el pasaje…para el día siguiente… Obviamente que me fui a dormir a un hotel, fui a comer algo.. Habiendo gastado hasta el momento por la poca seriedad de la empresa 150 dólares extras, mi tiempo, y el mal momento… Colonia expres cero recomendable…que dios me castigue si vuelvo a viajar con ellos..
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Hola Noe, gracias por compartir tu experiencia!!
Todo un trastorno el que te tocó vivir, la atención y la comunicación al cliente son siempre un desafío para las empresas, más cuando hay problemas técnicos, pero es de lo más importante.
Con respecto a que no te dejaban salir, una vez que hiciste migraciones es complicado, en un aeropuerto te hubiese pasado igual.
Esperemos que en el próximo viaje salgan las cosas mucho mejor! Suerte!
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