Archivo por meses: enero 2018

Hermoso Camino de Cornisa en La Rioja: La Cuesta de Miranda

Es bien sabido que la Coordillera de los Andes presenta paisajes de lo más vistosos e imponentes, y muchas veces podemos acceder a ellos sin realizar costosas travesías (a nivel tanto físico como económico). Pero esto mismo vale para otras formaciones montañosas, como es el caso del tramo de la Ruta Nacional 40 comprendido entre las localidades de Villa Unión y Nonogasta, en la provincia de La Rioja, conocido como Cuesta de Miranda, y que forma parte de las Sierras de Famatina. (Actualización 27/10/20).

Se trata de una ruta que se interna en las montañas siguiendo la traza del río Miranda. Fue finalizada originalmente en el año 1928 y hasta hace muy poco era un camino de ripio sinuoso, angosto, de curvas cerradas y muy peligrosas, aunque las vistas que regala bien valían la pena. Actualmente este tramo de la RN 40 se encuentra reacondicionado y asfaltado, convirtiéndola en una ruta moderna y segura, aunque por ser camino de montaña igualmente habrá que transitarla con cuidado y respeto.

La variedad y tenor de los colores en la piedra y la vegetación son impresionantes e invitan a detener el avance por el camino para poder disfrutarlos con calma, como se merecen. Claro que eso no podrá hacerse en cualquier punto de la ruta, sino que hay miradores dispuestos en puntos estratégicos donde las vistas son un imperdible del paseo.

El camino comienza en la zona de Villa Unión, a unos 1140 m.s.n.m. y va avanzando remontando la pendiente por entre las imponentes montanas hasta llegar al punto de altura máxima de 2040 m.s.n.m. denominado Bordo Atravesado.

Pero quizá el punto más curioso de esta ruta (ya no hablando de los paisajes que abruman por su hermosura hacia donde mires) sea el poblado El Siciliano, bien demarcado en la ruta con su correspondiente cartel verde característico de Vialidad Nacional, pero que en realidad no es más que una única casa en medio de la más absoluta nada. Quién es dueño de aquella morada es más que evidente: un siciliano, a quién por las dudas no quisimos molestar tocándole timbre, y seguimos de largo.

La Cuesta de Miranda es un excelente paseo para hacer cuando uno está por la zona en vehículo, ya sea propio o rentado. Si bien tiene cantidad de curvas y contracurvas, la ruta es fácil de manejar y está en excelente condiciones, así que se la puede transitar con tranquilidad. Es cuestión de tomarse un par de horas solamente, y salir a disfrutar del manejo y los paisajes.

Pausa spotter en Hamburgo: Las fotos tomadas desde Coffee to Fly.

Pasar por las cercanías de un aeropuerto con cámara en mano implica, casi obligadamente, hacer una pausa para despuntar el vicio y spottear un rato. Pasa en Aeroparque, pasa en Ezeiza. ¡Cuánto más en un aeropuerto que frecuentamos poco como Hamburgo!

Un día de mis vacaciones europeas, y en compañía de un gran amigo que me hizo las veces de anfitrión en Alemania, tomamos las bicicletas (toda una aventura para mi) y nos acercamos hasta Coffee to Fly, cuyo post podés ver haciendo click aquí.

Allí pasamos un buen rato, gatillando la Canon a discreción, al sabor de un par de cervezas bien frías. Esta es una selección de algunas de las fotos que salieron aquella tarde.

Arrancamos con colores conocidos, aunque en una versión que por supuesto no llega hasta Buenos Aires: El A321 de Lufthansa. Los dueños de casa tienen aviones para todos los gustos, como lo demuestra este otro A321, pero con livery de Star Alliance.

Pero enseguida aparecen colores poco conocidos para los argentinos, como el A319 de Donavia.

El A320 de Pegasus.

O los llamativos colores de Wizzair en plena tarea de remontar vuelo.

Aquí otro Wizz más de cerca, para quienes quieran apreciarlo mejor.

Otros colores desconocidos por estos pagos son los de Atlas Global.

O el livery bien simplista de Tunisair.

Hay también compañias más conocidas, pero con colores extraños para nuestros ojos, como ser este A320 de British Airways, con el dorado prevaleciendo en su cuerpo.

Por supuesto también hay compañías algo más conocidas, aunque no operen en Argentina, como Germanwings, la subsidiaria de Lufthansa tristemente célebre luego de que el copiloto decidiera estrellar su avión en los Alpes.

Los pilotos de Germanwings mantienen igualmente el espíritu alto, y dedican su saludo al grupo de spotters y público en general apostados al costado de la pista en el Coffee to Fly.

No puede faltan por supuesto la otra subsidiaria de los dueños de casa: Eurowings.

Pero hay esquemas que son realmente llamativos. Es el caso de Condor, que con sus corazones sobre el fuselaje del B757 declara sin ningún tipo de vergüenza: «Amamos volar».

Por supuesto hay también otros colores locales, como el verde de Germania.

Aviones que, aunque no sean los más utilizados aquí, también se los ve salir y llegar frecuentemente, como los ATR, en este caso de las manos de SAS.

O el mítico MD-80 que aún resiste el paso del tiempo.

Pero HAM no es un aeropuerto pequeño. Recibe también, por ejemplo, al enorme y magestuoso B777 de Emirates.

Y a otro que también conocemos por estas latitudes, pero en una versión mucho más chica: Turkish Airlines con su A321.

Infaltable, absolutamente infaltable en un post spotter de HAM, es el B737 de Easyjet. Increíble la cantidad de estos aviones que vi pasar sobre mi cabeza a diario durante mi estadía en Hamburgo.

Y también están los que casi ni se ven, como el CRJ de Eurowings.

Una nota de color la puso el A320 de Eurowings matrícula D-AIZR, con su livery especial del Borussia Dortmund, denominado «Mannschaftsairbus» que sería algo así como «El Airbus del equipo».

Y están los que hoy, poco más de un año después de haber tomado estas fotos, despiertan emociones, como este A321 de Air Berlin que tan flamante se lo veía en ese momento, pero que ahora sabemos no volará más con esos colores, luego de  haber presentado la quiebra.

Y están los que tienen un significado especial para los argentinos, como ser el B737 de Norwegian, con sus colores rojizos y la carasterística cola dedicada a alguna personalidad, que esperemos pronto poder ver por nuestros cielos.

Mucho y constante movimiento en el Aeropuerto Internacional de Hamburgo.

Y Coffee to Fly es un lugar ideal para disfrutarlo. Todo spotter o entusiasta de los aviones tiene que darse una vuelta por este bar siempre que pase por Hamburgo. Y disfrutar de los despegues y aterrizajes, como este señor.

¡Nos vemos en el próximo post!