El 2019 no solo no fue bueno para la industria de la carga aérea, sino que según surge del informe publicado por IATA (International Air Transport Association) que nuclea a la mayor parte de las líneas aéreas del mundo, los registros del año pasado en cuanto a volúmenes fueron los peores desde la crisis financiera internacional del 2009.
Medida en toneladas-kilómetro la carga aérea transportada en 2019 sufrió un descenso del 3.3% con respecto al año anterior, siendo el primer año con tendencia a la baja desde el 2012. En líneas generales las causas para este declive están dadas por la caída global en la actividad de ciertas industrias que habitualmente demandan fletes aéreos, como ser los sectores automotriz e industrial, las tensiones comerciales provocadas principalmente por el enfrentamiento de Estados Unidos y China, y las idas y vueltas del Brexit.10
A la baja del volumen en sí se sumó la expansión de la capacidad de carga, a través de la incorporación de nuevas aeronaves por diferentes líneas aéreas en todo el mundo, un aumento que quedó en un 2.8% y derivó en una caída del factor de ocupación de 2.6 puntos con respecto al 2018.
Si bien las perspectivas para el 2020 eran mejores en un principio, gran parte de esta predicción se basaba en los buenos signos que mostraban las economías de China, Corea del Sur y Estados Unidos; pero ya a esta altura es un hecho que esto se verá impactado por la crisis del Coronavirus que todavía no se sabe qué proporciones representará para la industria aérea.
Región por región.
Africa fue la región que más creció durante el año pasado, con un sólido 7.4% de aumento en cuanto a sus volúmenes de carga, pero al ser la región de menor contribución del mundo (apenas representa el 1.8% de la carga mundial) la tendencia positiva no tuvo gran impacto en los números globales.
Asia Pacífico es la región más importante en esta materia y en 2019 presentó una fenomenal caída del 5.7%, que se explica principalmente por la desaceleración del ritmo de la economía mundial, y en particular por la guerra comercial desatada entre su principal exponente (China) y la primer potencia mundial (Estados Unidos).
Latinoamérica por su lado fue la región con menor caída de todas (0.4%) aunque si uno se enfoca únicamente en el mercado internacional la baja fue del 2.4% con respecto al 2018. En el medio de la tabla se ubicaron además Norteamérica (con -1.5%) y Europa (con -1.8%) según sus registros de «total mercado».
Medio Oriente fue la segunda peor región detrás de Asia, totalizando una caída del 4.8% en sus volúmenes de carga.
Perspectivas 2020 y el impacto del Coronavirus.
La actividad económica global pareciera tender a estabilizarse en los últimos meses, por lo que era esperable que el 2020 tuviera una mejora moderada con respecto a su antecesor en cuanto a la demanda de bodega de carga aérea, e incluso IATA pronosticaba un aumento de las Toneladas-Kilómetro un un 2%.
Sin embargo el comienzo del año ha dado el primer revés a estas predicciones por la crisis sanitaria mundial ocasionada por el Coronavirus, que justamente tiene su epicentro en China, el país que más motoriza la industria. Es imposible preveer hoy en día qué tan fuerte será el impacto de la epidemia, pero con las actuales cancelaciones de casi todos los servicios de pasajeros que operan en China (claro, porque los aviones de pasajeros también llevan carga), algunos de los cuales se extienden incluso hasta el mes de abril, ya es un hecho que toda la mercadería que deba volar se volcará en su totalidad a la oferta carguera, que también es acotada. Los primeros resultados ya están a la vista: la demanda de bodega ya sobrepasa la capacidad y por tanto las tarifas, tanto para enviar productos a China como para sacarlos del país asiático, están en plena alza.
Las próximas semanas serás complicadas para las empresas que deban abastecerse desde Asia, porque con la saturación de los espacios tendrán que pagar costos más altos que los planificados, y pero además se espera que cuando finalicen los feriados del año nuevo chino, la cadena de sumisitros directamente colapse: la cantidad de cargueros operando (mucho de los cuales operan con dos tripulaciones para poder retornar de inmediato y evitar que sus pilotos queden a dormir en China) no alcanzan a compensar la capacidad que dejan de ofrecer los vuelos de pasajeros cancelados, así que muchos no podrán volar aunque lo intenten.
Por supuesto que en principio se trata de algo temporal, pero siendo la afectada la economía que más contribuye a la carga aérea mundial, el impacto puede ser considerable. Habrá que esperar y ver.