En febrero aprovechamos unos días pendientes que teníamos para tomarnos en el trabajo y nos inventamos un fin de semana largo para escaparnos a relajar un poco. El destino elegido fue Baradero, donde después de 5 años volvimos a disfrutar de las comodidades de las Cabañas Aires de Campo
El post original, publicado en 2018, con todos los detalles del alojamiento podés leerlo haciendo click acá. En este post voy a simplemente contarte sobre aquellos detalles que cambiaron con respecto a aquella primer visita que hicimos.

En primer lugar cambió nuestra situación personal. Padres de un niño, ahora el objetivo del viaje no era recorrer y descubrir lugares nuevos, sino relajarnos y aprovechar el amplio parque y la pileta. En Aires de Campo, ambos son un 10. El nene corrió y anduvo en su triciclo hasta el cansancio; y los papás descansaron y respiraron un poco de aire puro. Salir de la ciudad y dormir en el campo no tiene desperdicio. Y Baradero está a solo 1 hora y media de casa.
En cuanto al equipamiento de las cabañas en sí, con un nene notamos la falta de un vaso, taza y plato de plástico. Nada demasiado importante, pero sí que te da una tranquilidad extra a la hora de la comida.

Vamos entonces con los cambios con respecto a lo escrito en el post del 2018. El primero es el desayuno. La bandeja es la misma, bien completa, pero dejó de ser bandeja de desayuno para convertirse en bandeja de bienvenida. Es decir que, para una estadía de dos noches, al hacer el checkin ya tenés el desayuno seco para ambos días esperándote sobre la mesa. Con el trajín de las valijas no llegué a sacarle foto, pero contenía café, cacao, sobrecitos para infusiones y un litros de leche larga vida. Para comer, 2 bolsitas de bizcochitos y pepas, una para cada mañana.
Otro cambio es que ya no te proveen de toallas. Tenés sí la de mano, pero los toallones para bañarte o para la pileta te los tenés que llevar vos. El jabón en pan y los shampoos en sobrecito siguen como siempre, como así también el jabón líquido para lavarse las manos. Y la ducha sigue siendo muy buena (y chiquita), solo hay que esperar unos minutos a que corra el agua y salga caliente.

El cambio super positivo (y necesario) es que ahora Aires de Campo cuenta con wifi, y que funciona bien. No lo use para mirar pelis por streaming, pero para videos cortitos de YouTube y subir fotos a Instagram va de 10. Así que ahora si te querés escapar hasta te podés llevar la compu y trabajar allá. Los horarios de entrada y salida también ayudan mucho, ya que el checkout lo podés extender hasta las 18 hs, lo que te permite aprovechar los días al máximo.
Como siempre, el parque muy bien cuidado. Y esta vez usamos la pileta todo lo que pudimos para refrescarnos en esos días de calor. Muy limpia, rodeada por una reja como corresponde para que los nenes estén seguros.

En Cabañas Aires de Campo pasamos 3 días geniales. Tanto que casi no salimos del complejo, para disfrutarlo a full. Cerca de capital federal, una excelente opción para escaparse unos días, descansar y respirar aire de campo. Para contactarlos, podés entrar a su cuenta de Instagram haciendo click acá.