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Alquiler de Auto en Salta: A la ruta con un Chevrolet Prisma

Mis últimas vacaciones por el noroeste argentino tuvieron su base en la ciudad de Salta, pero abarcaron también los Valles Calchaquies e incluso la Quebrada de Humahuaca. Un recorrido que recomiendo plenamente, no solo por los increíbles paisajes que se descubrirán, sino también por la historia que se respira en aquellos lugares y la calidez de su gente. Por supuesto, lo más atinado para disfrutarlo al máximo, será alquilar un auto. En este caso, lo hice a través de Hertz, y elegí un Chevrolet Prisma.

El Prisma me resultó un auto ideal. Incluido en la categoría C, es lo suficientemente cómodo para realizar un viaje largo y sigue siendo económico. La gran ventaja con respecto a lo que se ofrece en la categoría B son sus 4 puertas, contra las 3 de la otra. En cuanto a comodidad y practicidad para mi esto es fundamental; buen espacio para hacer tramos largos en la ruta y cada asiento con su respectiva puerta te hacen la vida más fácil. En cuanto al precio del alquiler era el mismo para ambas categorías, así que no lo dudé ni por un instante.

Podés hacer la reserva por internet y luego pagar en el local al momento de retirar el auto, pero Hertz ofrece la opción de pagar en el momento por la web, con un descuento del 10%, lo cual es ideal si ya tenés definidas las fechas de la travesía. El seguro con franquicia está incluido, así que otra cosa menos de la que preocuparse, pero por supuesto tenés otras opciones de aseguramiento pagando los adicionales que correspondan.

Hablando del auto en sí, su mayor virtud es la buena relación precio – producto. Se trata de un vehículo básico, pero lo suficientemente amplio para que dos personas viajen cómodas, incluso en tramos largos. El baúl es grande considerando que se trata de un segmento chico, y nos entraron 2 valijas grandes y aún sobraba buen espacio. Durante el tramo de Salta a Cafayate por la Quebrada de las Conchas alcanzamos a una mochilera canadiense, y su mochila se sumó al equipaje sin dificultad. Eso sí, de hermético no tiene nada, y después de recorrer kilómetros sobre ripio, vas a tener que hacerle una buena sesión de limpieza a lo que llevabas en ese baúl.

En cuanto a prestaciones, el Prisma se portó muy bien. El motor viaja relajado pero tiene potencia suficiente a la hora de adelantar un camión en plena ruta. Y no es para nada gastador, rindió muy bien cada litro de nafta que le cargamos. El punto flojo es el tablero digital (salvo el odómetro), que con el reflejo del sol durante el día hay momentos en que no se ven bien los indicadores.

Y por supuesto la calidad de los materiales, que si bien no se le puede pedir gran cosa a un auto de este segmento, se notó mucho cuando el comando de las luces bajas / altas se desprendió del tablero apenas salimos a la ruta. Vaya a saber qué trato le dieron los inquilinos anteriores al pobre Prisma también!

El servicio de Hertz fue correcto, lo justo y necesario. Si bien tienen dos oficinas y en su momento me tenté con devolver el auto en el aeropuerto, al final opté por dejarlo en la sucursal de Salta ciudad, muy céntrica y a metros de la plaza principal. El costo del taxi hasta la terminal y la excursión al Tren de las Nubes que queríamos hacer no compensaban el adicional por los dos días extra de alquiler y devolverlo en otro punto.

El trámite fue muy simple, tanto al retirar como al devolverlo. Se deja un tarjeta de crédito donde se bloquea un monto en garantía hasta que se devuelve la unidad, se presenta documento y licencia de conducir válida, se revisa el estado del auto y listo. Se sale con tanque lleno y así debe devolverse, el adicional por litro que cobran las agencias nunca es conveniente.

Lo que sí es conveniente es hacer los cálculos y comparar los precios de las excursiones con los de alquilar un auto y ponerle nafta. Aún cuando esta última opción sea un poco más cara, en mi opinión vale la pena por la libertad que da de moverse como uno quiere, cuando uno quiere. Si los que viajan son más de dos personas, ni lo dudes, casi seguro que el auto también te conviene económicamente. Nosotros al Prisma lo metimos en todos lados (hasta en una pista de aterrizaje!), y nos rindió muy bien.

Moverse en Rawson y Madryn: Experiencia en el hub Trelew y alquilando un auto.

En el sur argentino las distancias suelen ser grandes, y durante mi viaje el verano pasado el tema no fue diferente. Mi itinerario además me hacía ir a Rawson y luego a Puerto Madryn, a lo que después le agregué una excursión a Gaiman, así que podemos decir que incluso la compliqué un poco más de lo necesario.

Luego de bajar del avión en Puerto Madryn sabía que la única forma de viajar hasta Rawson era por vía terrestre, por lo que me tomé un taxi hasta la terminal por el módico precio de $130. La intención era tomar un micro que me llevara hasta mi destino final, pero pronto descubrí que ese servicio no existe: todas las opciones eran via Trelew, que en definitiva parece funcionar como una especie de hub de ómnibus en el sur, ya que cada vez que tuve que moverme tuve que parar allí.

El primer tramo entre Puerto Madryn y Trelew lo hice rápidamente ya que los micros salen cada media hora. Además el vehículo era muy cómodo, cosa que no me pasó durante la segunda parte de viaje, ya que los micros de la empresa Rawson son colectivos urbanos que paran cada tanto y cuyos asientos por supuesto no son lo mismo que los que tienen los micros de larga distancia. Todo un tema ir con la mochila grande en ese bondi que no tiene siquiera un porta equipajes y que se llena hasta las manos como si viajaras a Retiro a las 8 de la mañana.

Para viajar a Gaiman desde Rawson el inconveniente era el mismo: sí o sí había que hacer transbordo en Trelew. Allí compré una tarjeta de la empresa 28 de Julio, al mejor estilo SUBE, que uno carga con el crédito que quiera y luego la utiliza al subir al vehículo. Era eso o pagar con monedas en las máquinas que llevan a bordo los micros, opción que evidentemente quedó obsoleta ya que el pasaje cuesta $22,50 y pagarlos con monedas no será nada ágil.

Ya en Madryn de nuevo no pensaba moverme de ciudad en ciudad, pero sí quería hacer varias excursiones a los alrededores, que están más bien alejados. Recorrer la Península de Valdés, por ejemplo, implica hacer unos 400 kilómetros más o menos. Con el precio de las excursiones rondando los $1200 por persona, si los viajeros son dos o más será conveniente pagar los $1000 diarios por un auto compacto. En esta oportunidad me tocó el Toyota Etios de la foto de portada.

El tablero del Etios mereció una foto por lo feo y por estar centrado en el auto en lugar de alineado con el conductor (algo que odio porque te obliga a desviar la mirada más de lo normal), pero por el resto se portó muy bien y anduvo por todos lados, incluidos largos kilómetros de ripio.

Por $1000 podía hacerle 200 kilómetros diarios. Lo alquilé en Avis un sábado y como el domingo no trabajaban lo tuve hasta el lunes, día en que lo devolví en el aeropuerto directamente, con lo cual me ahorré el taxi hasta allí. Incluso como me pasaba un par de horas de las 48 por las que lo había alquilado pagué un pequeño diferencial que me daba la posibilidad de hacer unos kilómetros extra, lo cual me vino muy bien porque finalmente no tuve que pagar por los kilómetros adicionales que le hice.

Al andar en auto por Puerto Madryn habrá que tener en cuenta el sistema de estacionamiento en el centro de la ciudad, donde los agentes de remera roja controlan que hayas pagado el canon correspondiente. Para ello existen dos tipos de papeletas: la azul que vale por una hora y cuesta $5, y la roja que vale por la mitad y cuesta $3. Se compran en blanco y luego se completan con los datos del auto y se dejan sobre el parabrisas.

Así es que, como en cada lugar donde uno viaja, habrá que chequear el costo de alquilar un auto contra el valor de las excursiones. Salvo que estés viajando vos solo, lo más probable es que alquilar el auto te sea económicamente conveniente. Ni hablar además de la comodidad y flexibilidad que te da al no estar atado a otro horario más que el quieras imponerte. Por eso, cuando me preguntan qué opción elijo yo, ahora respondo con esta foto y digo «esa».