El domingo pasado hubo festejo. No era cuestión de dejar pasar inadvertido el inicio de la cuarta década, y aprovechando que ya desde hace algunas semanas varios lugares comenzaron a trabajar con protocolos, comenzamos a buscar y dimos con este interesante post de Amar Viajar con diferentes opciones para salir a comer y pasar un día fuera de la ciudad.
A partir de allí conocimos La Celestina, Casa de Campo, una hermosa quinta ubicada en Cardales, a menos de una hora de viaje desde casa, que está trabajando con un protocolo bien armado. Las fotos en el Instagram, al que accedés desde el link, con mesas bien espaciadas y al aire libre, nos dieron la idea de que ir a almorzar allí es seguro.
Por supuesto que el primer paso fue contactarlos por WhastApp para averiguar los detalles y concertar la reserva. En La Celestina están bien organizados, incluso en los detalles: las reservas se realizan para llegar en 3 horarios diferentes (12:30, 13:00 y 13:30 hs), con lo que logran que la gente no se amontone en la entrada.
Cuando llegas te miden la fiebre y si está todo bien, te acompañan hasta la mesa que te corresponde. Pueden ser de hasta 8 personas de un mismo grupo familiar, o hasta 4 personas en el caso de no convivientes. Las mesas, espaciadas, y a la sombra de los árboles. Cuando te empieza a pegar el sol no tienen inconveniente en trasladar alguna de las sombrillas diseminadas por el parque, o armarte una. Las mozas, obvio, con barbijo, y se sugiere a los comensales que también lo usen cuando se levantan de la mesa y van a espacios comunes (como el baño), algo que en general se cumple bien.
Hay música en vivo (al menos el día que fuimos nosotros, tranquila, ideal para acompañar la comida) y en la mesa tenés un sobre para poner la propina para los músicos.
El protocolo incluye también el alcohol en gel en cada mesa, y hasta que la empanada venga en sobre!
Vamos ahora con lo más interesante, porque en definitiva esta fue una salida gastronómica, así que queremos comer! El menú consta de una empanada de carne al disco (que es realmente un lujo), parrilla (chorizo, morcilla, asado, vacío, cerdo y en nuestro caso hasta algo de pollo) y ensaladas (que vienen bien abundantes). Las berenjenas al escabeche que nos sirvieron con la entrada, estaban de antología.
También hay una opción vegetariana (la empanada es de humita y el principal son canelones caseros de ricota y verdura) e incluso una alternativa para celíacos e hipertensos (sin sal). Pero no fue nuestro caso, que le entramos con ganas a esto que ves en la foto. Muy buena calidad en toda la mercadería, así que aplausos para el asador!
Para el cierre hay almendrado, y luego si querés tenés café e infusiones libres, que podés acompañar con alguna porción de torta (que esa sí, se abona aparte).
Luego si querés podés quedarte a pasar la tarde, hasta las 18 hs. El parque es grande y ahí se pueden aprovechar los livings que ya tienen armados, o incluso están los que se llevan sus reposeras. El quipo de mate lo podés llevar y te dan agua caliente, aunque sólo podés compartirlo con convivientes, lógicamente.
La Celestina resulto una excelente opción para escaparse de la cuarentena, respirar algo de aire de campo y comer algo rico a precio accesible. Sumamente recomendable. Hasta el domingo pasado, incluso, había que sacar un permiso especial de circulación para cada uno de los comensales, pero con el paso de ASPO a DISPO este requisito quedó obsoleto, así que ahora es más fácil llegarse hasta esta quinta de Cardales a disfrutar de un día de sol.
¡A aprovecharlo!
Hola!
Quería reservar para el 16/10, día de la madre para 10 adultos y 8 niños.
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Hola Luciana,
Comunicate con el restaurante. Yo solo publiqué un post contando mi experiencia pero no tengo relación con ellos. En el post tenes el link que te manda al Instagram del lugar.
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El día 29 de agosto estuvimos allí, festejando un cumpleaños y lo pasamos realmente bien. Un muy buen predio. Muy buena carne y sin límite, al igual que las gaseosas. Entrada con empanadas, ensalada, papas fritas y después de la carne y achuras, helado, pastelitos, café, té, etc. Un muy buen dúo entretuvo a los mayores con canciones varias y a los niños con canciones infantiles. Y sobre todo una excelente atención de parte del responsable y de la camarera que nos tocó; la Sra. Debora.
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Excelente nota de un lugar soñado. Pero respecto al permiso, les comento que si hay que tramitarlo, es una disposición local y provincial. Saludos!
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