Cuando uno visita la ciudad de Cafayate pasar por alguna de sus bodegas es casi un tour obligado, no solo porque es parte de la llamada Ruta del Vino que abarca varias localidades de los Valles Calchaquíes, sino porque Cafayate es reconocida por la calidad de sus vinos. Dentro de la amplia oferta que hay está la Bodega Nanni.
Se trata de una bodega chica pero muy particular, ya que es la única certificada como productura de vino orgánico, y una de las apenas cinco que cuentan con este galardón en todo nuestro país. Esta certificación garantiza que no intervienen químicos ni durante el manejo de la tierra en la que se cultiva la uva, ni durante el proceso de elaboración del vino en sí. La familia Nanni tiene más de cien años produciendo vinos orgánicos en Cafayate.
Los viñedos están alejados de la ciudad y en una zona de montaña que incluso puede llegar a verse desde la misma bodega, a una altura donde el viento corre de forma constante y donde las temperaturas evitan la proliferación de plagas. De esta forma la bodega Nanni no necesita agregar pesticidas y genera una uva con mucha azúcar (que luego se convertirá en alcohol) de forma totalmente natural.
El proceso de elaboración es similar al de cualquier otra bodega. Se recibe la uva y se la despala para luego enviar el líquedo a los tanques de acero inoxidable, separando los tintos de los blancos a través de unos tubos de acero. De allí hay un 1% de producto que se separa y va a parar a las barricas para producir el vino premium de reserva, mientras que el resto se utiliza para elaborar vinos jóvenes.
En el caso de los vinos de reserva, las barricas son tanto de origen francés como americano, y allí el líquido pasa por lo menos un año, aunque por supuesto el tiempo exacto es definido por enólogo. Las barricas se utilizan hasta un máximo de tres veces en estos procesos, luego de las cuales son vendidas a bodegas más grandes que elaboran vinos masivos. Para tener en cuenta, los vinos denominados «Gran Reserva» son los que salen del primer uso de una barrica, por lo que tienen todas sus características innatas, y es por eso que únicamente se elaboran cada tres años.
En cuanto al embotellado, la bodega Nanni lo realiza de forma automatizada y utiliza corchos naturales para los vinos de reserva, mientras que para los más jóvenes usan los sintéticos. Su especialidad es el Tannat, varietal que pudimos degustar y que me gustó muchísimo, así que aprovecho a recomendar que lo prueben.
Para conocer la bodega y cómo se elaboran estos vinos de la forma más natural posible se puede realizar la visita guiada. Además, recomiendo realizar la degustación, para tener una mejor idea e inclusive para probar nuevas variedades que en Buenos Aires o el resto del país no son tan habituales. En ese sentido, seguramente podrán notar la mayor graduación alcohólica de estos vinos, debida a la alta concentración de azúcar que logra la familia Nanni en sus viñedos.
En total producen alrededor de 300.000 litros de vino al año, los cuales se venden en la provincia de Salta únicamente, o bien desde el resto del país se pueden realizar pedidos que son despachados por encomienda. Por eso, si visitan Cafayate es una muy buena oportunidad para llevarse a casa un vino orgánico a muy buen precio.