Durante décadas la figura de Martín Miguel de Güemes quedó relegada en las crónicas de nuestra historia nacional, situación que se mantuvo hasta que en el año 2016, con la instauración del feriado que lo recuerda cada 17 de junio, el defensor de la frontera norte comenzó a tener el protagonismo histórico que le correspondía. Sin lugar a dudas, la mejor forma de acercarse a su figura, valores y obra, es visitar el Museo Güemes en la ciudad de Salta, un lugar que se destaca de cualquier otro por la forma didáctica en que aborda el tema, haciéndolo no sólo apto para grandes y chicos, sino también atrapante.
El museo se estableció en el edificio donde funcionó la Tesorería Real de la Intendencia de Salta del Tucumán, allá por fines del siglo XVIII, de la que el padre del prócer estuvo a cargo durante largo tiempo. Así es que Martín de Güemes vivió en este lugar con su familia, ya que era también la residencia del tesorero. El edificio, declarado Monumento Histórico Nacional en el año 1971, fue restaurado por el gobierno de Salta, quién además lo dotó de tecnología puesta al servicio de la cultura, logrando de esta forma un museo diferente.
Si el hecho de entrar a un recinto oscuro y que un cofre se ilumine y te cuente cómo era la vida de Martín durante su infancia es algo novedoso, el seguir el recorrido para encontrarte con los retratos de sus padres que cobran vida para darte la bienvenida y contarte algo más sobre la familia (incluso dialogando entre ellos) aparece como una idea genial. Y alrededor de este concepto gira todo el museo, donde habrá que acercarse a los puntos amarillos pintados en el suelo para que algo en la sala despierte y te acerque un poco más a la historia de este salteño ilustre.
Videos presentados de forma ingeniosa, maquetas en tamaño real que cobran vida para representar una determinada escena, o cuadros que de repente comienzan a tener movimiento para transformarse en una película corta que te convierte en expectador directo de un hecho histórico son una constante en el Museo Güemes.
Logrando entrelazar de forma perfecta la tecnología multimedia y los hechos históricos, el video donde se cuenta la emboscada en la que Miguel de Güemes fue herido de muerte se proyecta en el mismísimo lugar donde estaba la puerta por la que el prócer salió de la casa justo antes de ser atacado.
Por supuesto que el museo tiene su lugar también para los «gauchos» de Güemes y da detalles sobre cómo se desarrollaba la «Guerra Gaucha», fundamental para la independencia argentina al posibilitar primero la reunión del Congreso de Tucumán que finalmente declararía nuestra independencia de España el 9 de julio de 1816, como al defender férreamente luego la frontera norte del territorio nacional, logrando que San Martín se pudiera despreocupar de la integridad del mismo para enfocarse en la campaña del cruce de los Andes y así libertar a Chile primero y a Perú después, arrasando con ello la presencia realista que significaba un peligro para el gobierno patrio de Buenos Aires.
La única desventaja que presenta la temática del museo es que el grupo deberá mantenerse unido todo el tiempo, a fin de accionar los sistemas multimedia de a uno y que los audios no se superpongan para que la recorrida se entienda, lo que implica que habrá que llevar un ritmo común y probablemente no se pueda leer toda la información que hay disponible en la cartelería. Aún así, esto no empaña la idea ni el sistema, que es sencillamente genial. Un museo diferente, que atrapa y crea interés por la historia, incluso en los más chicos, tan sólo con cambiar y modernizar la forma en que se la cuenta.
¡Un aplauso para el Museo Güemes! ¡Bien hecho!
Y cuando ustedes estén de visita por la ciudad de Salta, ni se les ocurra perdérselo. Toda la información que necesiten para visitarlo lo encontrarán en la web oficial, haciendo click aquí.