Saliendo desde Vinchina por la RN76 rumbo hacia las montañas, uno toma el camino que conduce hacia el paso fronterizo con Chile conocido como Pircas Negras. En un punto de la ruta, por la cual uno va observando la majestuosidad de los paisajes que se levantan en las cercanías a la Laguna Brava de la que hablamos en un post anterior, una particular construcción al costado del asfalto llama la atención.
De inteligente forma circular, un refugio de piedra se levanta en el camino, lejos de todo vestigio de civilización. Según reza el cartel introductorio, está alli desde el año 1873 por orden del entonces presidente de la república Domingo Faustino Sarmiento, quién decidió construir una serie de refugios para los arrieros que llevaban su ganado hacia o desde Chile a través del Camino de los Toros.
A través del circuito que estos hombres hacían se levantan estas construcciones donde podían tomar un descanso y pasar la noche abrigados del gélido clima externo. La forma circular al mejor estilo hornero no es casualidad, sino que está especialmente pensado para que el viento helado no ingrese por la puerta, que al tratarse de un pasillo circular se lo impide.
Por una pequeña ventana entra la luz y se puede ver el panorama en el exterior. Dentro del refugio, una pequeña mesa y algunos bancos fabricados rústicamente con troncos constituyen todo el mobiliario disponible.
Son varios los refugios que Sarmiento mandó construir. Este en particular debe su nombre a estar levandado junto a un enorme peñón que viene a bautizarlo. Hoy en día no hay arrieros que pasen por estos pagos y necesiten un techo donde pasar la noche, pero sí los utilizan a menudo los escaladores en sus largas caminatas hasta el punto donde comienzan los ascensos.
Y por supuesto nosotros, que paramos a degustar la vianda que llevábamos de almuerzo. Cuando vayas hacia Chile por este paso, o bien cuando hagas la excursión de Laguna Brava, no te olvides de parar y conocerlo por dentro vos también!