Hace unos días atrás te contaba sobre la navegación que hicimos por el Río Paraná a bordo del Barco Ciudad de Rosario, tal como podés leer en el post al que accedés haciendo click acá.
En esa ocasión el día estaba ideal para sacar fotos, y desde el río el panorama de la ciudad es totalmente diferente, así que fueron muchos los registros que logramos y, por supuesto, no era posible ponerlos todos en un mismo post. Por eso sale ahora esta segunda parte, con las fotos que se quedaron afuera de la primera.
Mientras nos alejamos de la playa, varias aves nos sobrevuelan como queriendo saludarnos.
Por supuesto, no somos los únicos que navegamos el Paraná.
La gente disfruta el viaje y se asoma a las ventanas para sacar fotos, incluso desde adentro.
En las islas la gente aprovecha el sol del fin de semana a puro asado y pesca.
Y hasta don Taco sale al parque para saludarnos a nuestro paso.
Otros, en cambio, prefieren ir a la par nuestro marcándonos el ritmo.
Saliendo ya de los canales volvemos al brazo principal del río, y en una punta se ven los yates reuniéndose. Con el río bajo los tripulantes se bajarán del barco y simplemente caminarán hasta la costa para pasar el día.
Claro que también están los que prefieren anclar alejados a disfrutar de la tranquilidad del río.
Vamos emprendiendo la vuelta una vez que llegamos hasta el pintoresco puente Rosario – Victoria.
El tramo central es colgante y permite el paso de los buques por abajo, pero la mayor parte de la estructura está sostenida por enormes columnas que surgen del agua.
Del otro lado están las playas, y aunque no estamos en verano, son varios los que se acercaron para descansar sobre la arena.
Y hasta hay un bar donde uno puede degustar una cerveza bien fría.
Tal vez esa sea la razón por la que a este kayakista se lo ve tan apurado…
Acercándonos ya a la costa, las boyas nos indican donde se encuentran los naufragios. Acercarse a ellas significaría poner en riesgo la seguridad de la navegación, así que capitán se encarga de mantener las distancias.
Y ya llegando a nuestro punto de destino, las torres gemelas rosarinas nos regalan esta visión.
Así pasamos la tarde navegando, un paseo diferente por la linda ciudad de Rosario. Espero que vos también puedas hacerlo la próxima vez que estés por aquí