Cuando viajo me gusta registrar los lugares que visito a través de la fotografía. Si uno tiene un paisaje imponente delante el tema resulta simple: la foto es casi obligada, y seguramente gatille hacia donde se gatille saldrá algo digno de mostrar. En la ciudad el tema no está tan claro, pero también hay imágenes que son casi obligadas. En el viaje que hice a Europa me puse un desafío diferente: intentar registrar momentos que muestren cómo es la vida allí, y de ese objetivo personal que se convirtió en un hilo conductor invisible de mi lente, surgió este post basado en imágenes.
Así pues, la foto de portada del post es la icónica Puerta de Alcalá, todo un símbolo de Madrid, que se encuentra allá, al final de la avenida.
Pero su retrato no estaría acorde a la temática del post si no tuviéramos allí el «momento selfie» del viaje.
Otro símbolo de la ciudad es el cambio de guardia en el Palacio Real.
En el otro extremo de la pomposidad del acto oficial de la realeza están las manifestaciones políticas de la gente común, como el acto del Partido Animalista en plena Puerta del Sol.
Claro que cuando no hay convocatorias políticas, las calles de Madrid están tranquilas durante las tardes veraniegas.
No pasa así los domingos a la mañana, cuando la Feria El Rastro se llena de gente.
Allí están los que venden…
Y los que compran…
En un proceso que a veces requiere de concentración…
Pero donde también hay lugar para la pasión…
Y por supuesto, para divertirse escuchando buena música!
Música sentida de verdad…
Llega la tarde y es momento de alejarse del tumulto de gente para disfrutar de un poco de verde. El Parque El Retiro es ideal para sentarse a leer un buen libro al aire libre.
Aunque si te descuidás van a querer pintarte.
Mientras que lo que se lee en el Parque de la Montaña no son libros, sino los mensajes del Whatsapp.
Hace mucho calor, hay que buscar una forma de combatirlo.
Pero aún así están quienes se animan a transpirar un poco en una clase de yoga al aire libre.
Cae el sol en Madrid, pero lo que no merma es el sentimiento que sienten dos enamorados, y que se les nota en la mirada, y en la foto…
Y para finalizar, nada mejor que la foto del ocaso visto desde el Templo Debod.
Todos los posts sobre mi visita a Madrid los podés encontrar en este link.