Cuando uno busca caminatas para realizar en la ciudad más austral del mundo el Glaciar Martial no puede faltar entre las opciones a revisar. Ubicado en las afueras de Ushuaia, con unos 1050 metros de altura sobre el nivel del mar, desde su mirador se puede apreciar una vista privilegiada del Beagle y de la ciudad.
Si bien hasta este lugar se puede llegar en auto o taxi, tomando la calle Aldo Motter hacia la parte alta de la ciudad, que luego pasa a convertirse en Luis Fernando Martial, una buena opción si se tienen ganas y estado físico aceptable, será la de llegar caminando atravesando el bosque.
Se trata de una muy linda caminata por entre la vegetación patagónica, casi tomando un atajo ya que se va cortando transversalmente la calle Martial que va ascendiendo haciendo curvas y contracurvas, por lo tanto se camina mucho menos que yendo por el asfalto. Eso sí, es un tramo cansador porque uno va en constante ascenso.
Finalmente se llegará hasta la aerosilla, que no es ni más ni menos que el principio. Allí se tiene la opción de hacer el ascenso a pie, o pagar el ticket para subir en la aerosilla, alternativa que, por supuesto, luego de la caminata por el bosque, fue la que tomamos nosotros. La vista de la ciudad desde la estación de llegada es espectacular y te va dando una idea de lo que será verla desde el glaciar. Incluso con un poco de zoom se ven los techos azules del aeropuerto Malvinas Argentinas y su pista casi sobre las aguas del Beagle.
Una vez que te relajaste con la impresionante vista del paisaje y descansaste lo suficiente, será hora de volver a mirar hacia adelante, porque el sendero te espera. Allí hay varias opciones, como ser el sendero «del bosque», cada uno bien señalizado e indicando la dificultad. Pero por supuesto, nosotros vinimos para recorrer el sendero «Del Glaciar». Ahora sí, a atarse bien las botas de trekking, porque elegimos el más difícil.
El primer tramo realmente te da mucha confianza. Es sencillo, caminando en terreno llano y disfrutando del paisaje que, aún en pleno verano, presenta mucho hielo.
Pero luego lo simple se termina y la subida se empieza a poner difícil. El ritmo se desacelera, y si la condición física no es óptima seguramente haya que hacer algunas paradas intermedias para tomar algo de aire. Se pone difícil, pero en ningún modo imposible, así que es cuestión de no bajar los brazos, tomar aire cada vez que se necesite, y seguir subiendo, intentando mantener un ritmo lo más constante posible para no enfriarse en plena subida.
Pasado el tramo complicado se llegará a un punto con menor pendiente, pero más peligroso, ya que aún en verano hay que caminar por encima de la nieve. Hay que tener mucho cuidado con dónde uno pisa, ya que puede haber grietas en el hielo que son un verdadero peligro, y además, caminar a través de la nieve que a su vez está en pendiente se hace difícil porque es fácil resbalar. Ese tramo es más descansado, pero hay que hacerlo con pie de plomo y prestando mucha atención, incluso cuando se va avanzando sobre las huellas de alguien que pasó antes.
El último tramo vuelve a tener una pendiente pronunciada y por tanto, a hacerse duro, pero allí los que te cruzás que ya se vuelven suelen darte ánimo, avisándote que ya casi estás. Un último esfuerzo y llegás al fin del sendero. Hacia un lado el glaciar, una masa compacta de hielo que sigue subiendo por la ladera de la montaña; hacia el otro lado, el vacío y una vista impresionante de la ciudad de Ushuaia.
Si te gustan la caminata y las vistas panorámicas tenés que visitar el Glaciar Martial cuando estés por Ushuaia. Habrá que revisar el clima y llevar ropa acorde. Fundamental el calzado de trekking, preferentemente impermeable; y abrigo, preferentemente con capucha para mitigar el viento que corre ahí arriba.
Luego de un rato de disfrutar del paisaje y del logro de haber llegado, podés bajar y hacer alguno de los otros senderos, más tranquilos; o directamente volver a la ciudad a degustar un muy bien merecido chocolate caliente. Total, ya podés decir que llegaste al Martial!
Gracias por compartir tu experiencia. Como tip, seria bueno que pongas la distancia y tiempo aproximado. Pero con la anécdota alcanza, ya voy a ir!
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Gracias a vos por pasar y comentar! Como el consejo para la próxima. El tiempo depende del ritmo que cada uno le ponga.
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