Había sido un día de mucha caminata por la bella ciudad de Madrid y las horas se habían pasado volando; tanto que pronto se hizo tarde incluso para cenar. Entre la hora y el cansancio de andar todo el día bajo el rayo del casi sofocante sol veraniego, quería algo rápido para salir del paso e irme a duchar y dormir. Así es que busqué las opciones que me daba Foursquare y di con Bacoa.
La propuesta sonaba interesante: Una hamburguesería prometía no tener gran demora en la atención, y encima el puntaje promedio era de 8,9. Estando a metros de la Puerta del Sol, no lo dudé y allí me dirigí, para encontrarme con un sistema muy particular: lapiz y papel para auto-rellenar el formulario de pedido al estilo múltiple choice, que luego se presenta en la caja, donde la bebida se pide aparte.
En mi caso me entregaron una cerveza recomendada por el cajero, y con ella el cartel identificatorio del número de pedido. Una vez que está todo pago, uno busca una mesa libre, se sienta y deja a la vista el cartel. Las meseras saldrán de la cocina sabiendo el número del pedido que llevan en la mano y buscarán al comensal que tenga la cifra coincidente sobre la mesa. Rápido y práctico.
La hamburguesa que sirven viene siempre «al punto», salvo que uno especifique expresamente otra cosa, y además es ecológica, cuestión que explican en unos folletos que hay sobre cada mesa. Resulta que las hamburguesas de Bacoa están hechas con carne de vacas que se alimentan de hierba que crece abonada naturalmente (por las vacas mismas); y al aire libre. Su estilo de vida casi como si fueran animales salvajes resulta en animales fuertes a los que no se hace necesario suministrarles antibioticos; y cumplen su ciclo natural de crecimiento sin hormonas. A eso se refieren cuando en Bacoa hablan de «ternera ecológica de los Pirineos».
La hamburguesa, además de muy rica, es de buen tamaño, suficiente para una buena cena.
Una particularidad más de Bacoa es que aprovecha al máximo el espacio de su local, y las «sillas» cuentan con un cajón al que se accede abriendo la tapa que hace de asiento. Allí podes guardar la cartera o mochila, justo debajo tuyo. Práctico y seguro: no hay forma de que te roben y no te des cuenta.
Una excelente opción para degustar una hamburguesa cuando andes paseando por Madrid. Sobre Carrera de San Jerónimo, a metros de la Puerta del Sol, en pleno centro de la ciudad.
Si tenés hambre, ya sabés!