Recorriendo Everglades City, un pueblo salido de una película.

El principal propósito de  haber alquilado un auto durante mi fin de semana libre en Miami era conocer los famosos Everglades, visitar el parque y encontrarme frente a frente con un verdadero cocodrilo para poder fotografiarlo. Sin embargo, una charla con Bill, residente de Miami y muy conocedor de la zona, agregó a estos planes una visita a Everglades City.

Wellcome

En el ingreso al pueblo un cartel te da la bienvenida.

Se trata de un muy pintoresco pueblo de 400 habitantes dentro de la inmensidad de los Everglades propiamente dichos. Tomar la Ruta 41 desde Miami y recorrer los casi 150 km que separan la ciudad de este pueblo es un paseo que vale la pena realizar.

Con vista al rio

Vista de las casas a la vera del río y la tupida vegetación del parque al otro lado.

Durante el recorrido de poco más de 2 horas uno va recorriendo un largo canal del lado derecho, mientras que del lado izquierdo se ve la espesa vegetación del parque. En este tramo están los diferentes puestos que ofrecen excursiones en botes por los Everglades, la mayoría con la expectativa de hacerte cruzar con algún cocodrilo de verdad.

El rio

Vista del río desde uno de los muelles.

El camino es largo y en algún momento se hace pesado porque si bien el asfalto está en perfecto estado, las velocidades máximas son relativamente bajas: 55 millas por hora es el cartel que abunda en esta zona que representa menos de 90 Km por hora, mientras que en algunos tramos no se pueden exceder las 45 millas. Sin embargo, vuelvo a repetir, vale la pena largarse a la ruta.

City Courthouse

El viejo Courthouse fue dañado en 2005 por el Huracán Wilma, luego del cual debió ser restaurado.

Apenas uno ingresa la arquitectura del lugar te traslada a esas películas o series que transcurren en algún condado alejado de los centros urbanos de Estados Unidos. El viejo palacio de justicia y la iglesia son claros ejemplos de lo que digo.

Iglesia

La iglesia fue construída recién en 1940. Hasta entonces las reuniones se hacían en diferentes puntos.

El Palacio de Justicia fue finalizado en 1928 con el objeto de ser el asiento del gobierto del Condado de Collier, fundado cinco años antes. Así se mantuvo hasta el año 1962 en que el gobierno del condado se trasladó a Naples y el Courthouse pasó a ser el Everglades City Hall.

Bievenidos a la iglesia

El cartel de bienvenida a la iglesia parece sacado de un capítulo de La Familia Ingalls

Las casas son enormes y el barrio es extremadamente tranquilo. Quizá fuese la hora y el día, pero un domingo a mediodía yo era prácticamente el único que daba vueltas por ahí. En una de esas vueltas me sorprendió un cartel casero al doblar una esquina, que rezaba «Maneje como si sus hijos jugaran en este lugar». Me encantó el mensaje, pero más el modo de transmitirlo, aunque mirando hacia un lado y hacia otro me preguntaba si era realmente necesario, porque la verdad se veía todo más que tranquilo.

Casas delante y detras

Rodeado de casas enormes, tanto por delante como por detrás.

El pueblo debe su nombre al rechazo por parte de la servicio postal de bautizar Chokoloskee a la oficina ubicada allí y en sus orígenes sus habitantes se dedicaban principalmente a tareas de siembra y granjería, cuyos productos ante la falta de calles eran llevados en barco hasta Key West, capital del condado Monroe, para ser vendidos.

Muelles propios

Frente a las casas está el muelle donde atracan los botes y yates.

Con la llegada de George Storter este sitio aislado del resto del país comenzó a ser visitado por turistas y deportistas (principalmente pescadores y cazadores). Posteriormente, Barron Collier fue el responsable de tallar el pueblo tal como se lo ve hoy, cuando a partir de 1923 compró gran parte del terreno y comenzó con sus emprendimientos industriales.

Banderas norteamericanas

Como en las películas, algunas casas muestran la bandera norteamericana en sus frentes.

Hoy en día Everglades City vuelve a ser un lugar apacible y que sustenta su economía en el turismo y el deporte. No sabemos bien quién de todos estos personajes fue responsable del desarrollo económico de sus habitantes, pero a juzgar por los botecitos que tienen atracados en la puerta de la casa, de seguro a algunos no les va mal.

Embarcacion

Embarcación particular atracada en el muelle privado.

Muchas cosas parecen salidas de películas, pero son reales y bien tangibles. Ahí uno se da cuenta de lo buenos que son los norteamericanos para exportar su propia cultura y forma de vida, tanto que uno va allí y enseguida la identifica (y por supuesto, en casa la hacemos casi propia).

Cartel Escuela

Bien podría promocionar el Baile del Encanto Bajo el Océano.

A juzgar por mi rápida visita, Everglades City parece un lugar ideal para vivir. Muy tranquilo y relajado, con un lindo paisaje y la frescura que te da la cercanía del río, casas con ambientes amplios y aire puro para respirar. Claro que habrá que estar preparado para huracanes como los que barrieron con la escuela en 1895 y en 1910. Aunque por suerte desde hace varias décadas no se ven huracanes de magnitud en la zona, al menos en Miami.

Air boat

Una pequeña muestra de lo que me esperaba más adelante.

Así pasó mi paseo por este pueblo, que a falta de bote fue hecho en auto. Ya era pasado mediodía y el estómago pedía ayuda antes de ir a buscar un Airboat para recorrer los pantanos, pero esas son historias de otros posts. ¡Te espero la próxima semana!

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