Camino hacia Payunia.

La excursión a La Payunia que te conté en este otro post es realmente larga: arranca a las 7.30 am y no llega de regreso a Malargüe al menos hasta las 19 hs. Igualmente, y como ya comentamos, bien vale la pena hacerla. Y aunque lo más importante está dentro de la reserva en sí, el largo viaje de 130 km (varios de estos de ripio) se hace ameno ya que ya durante el mismo hay cosas interesantes para ver.

Paisaje

El paisaje ya muestra el contraste de lo que será La Payunia, la zona volcánica del fondo.

A medida que la combi avanza por la mítica Ruta 40 el paisaje coordillerano va cambiando, en su mayor parte gracias a la acción de la propia naturaleza, pero en muchas ocasiones también producto de la mano humana.

La colada

El Río Grande corre encerrado por paredes de lava formadas hace miles de años atrás.

Así por ejemplo uno puede ver de tanto en tanto construcciones levantadas en medio de la montaña al lado de las cuales se ubican corrales vacíos. Son las llamadas casas de campo cuyos moradores, en la época del año en que hicimos la visita, realizan la «veraneada», es decir que aprovechando las cálidas temperaturas veraniegas suben por la montaña con su ganado para quedarse en las zonas altas de la montaña durante los cuatro meses que estas duran. De esta forma logran que las pasturas se recuperen para que cuando vuelvan a bajar durante la «invernada» con los primeros fríos, los animales fuente de su subsistencia tengan alimento suficiente.

La colada es profunda

Las paredes son altísimas y el agua corre en las profundidades de la grieta basáltica.

Sin embargo lo que realmente llama la atención en primera instancia es algo bien natural y se trata del lecho del Río Grande donde la excursión hace su primer parada en la zona conocida como La Pasarela, por el puente que cruza el río. A modo de prólogo de lo que se viene cuando lleguemos a la Reserva, el Río corre hoy angosto y profundo por un corredor formado hace tiempo atrás por una colada de lava, producto de una erupción volcánica. El color gris basáltico de las paredes no dejan lugar a duda al respecto del origen de la grieta.

Rio por la colada

Por momentos el río corre con fuerza .

A medida que la combi avanza hacia la reserva uno empieza a notar el origen de esos caminos. Fueron abiertos hace años atrás por los petroleros que iban de aquí para allá buscando dónde perforar un pozo, y eso queda patente ya que hoy en día la actividad petrolera es una de las bases de la economía malargüense y los pozos petroleros están activos por todos lados.

Pozos petroleros

Una postal que se repetirá constantemente: pozos petroleros diseminados por el campo.

Incluso en el camino cruzamos por la zona de los primeros pozos, abiertos en la década del ’30 y hoy ya cerrados, pero debidamente señalizados con un poste y un cartel con la numeración que les corresponde, a la espera de que en el futuro algún avance tecnológico haga que la extracción en ellos vuelva a ser rentable. Alguno de ellos sea quizá el primer pozo descubierto cuya potencia sorprendió a todo el mundo y provocó una gran inmigración hacia esta ciudad mendocina y el comienzo de la etapa petrolera. Dice la leyenda referida por el guía que, cuando perforaron, el petróleo salió sorpresivamente con una potencia jamás vista hasta ese momento en ningún otro lugar del planeta, por lo que esta se convirtió en una zona promisoria para el negocio, y el pozo en sí fue bautizado Pozo López Rega: el chorro más grande del mundo.

Pozo

Cuanto más rápido sube y baja el brazo, más vacío está el pozo.

Además de los pozos diseminados por todos lados uno nota enseguida los tubos que por kilómetros nos acompañan al costado de la ruta. Pintados de color amarillo para los gasoductos, y de color blanco para los oleoductos, son el medio de transporte de lo producido desde el pozo hasta los lugares de almacenaje.

Oleoducto

El petróleo extraído en los pozos es trasladado por medio de oleoductos.

Incluso en este viaje hay lugar para la investigación científico-espacial. Si bien está lejos de la ruta, a la distancia se divisa algo inusual en el paisaje malargüense: es la imponente Deep Space Antenna 3, de la Agencia Espacial Europea. La DSA-3 tiene 35 metros de diámetro y 40 de alto, y es una de las tres antenas terrestres con las que la ESA monitorea las misiones interplanetarias. Sin ir más lejos, a fines del 2014 esta estación fue noticia mundial ya que fue el medio de comunicación entre la Tierra y la sonda Rosetta, que se posó en órbita alrededor de un cometa y logró hacer descender hasta su núcleo al robot Philae.

Antena

La DSA-3 de la European Space Agency fue fundamental en la misión de la Sonda Rosetta.

El complejo científico es impresionante desde lejos, y aún más destacadas son las actividades que allí se realizan, por lo que no puede darse el lujo de sufrir cortes de luz ni problemas técnicos, con lo cual las medidas de seguridad son muy estrictas e incluyen una estación generadora propia. El video oficial de la ESA sirve para darnos una idea de la envergadura de este proyecto concretado en suelo argentino.

Así, este es un camino rico en anécdotas, datos interesantes y paisajes maravillosos. Definitivamente cuando estés por Malargüe no podés perdertelo, como así también cuando te conectes a internet no podés dejar de pasar por el próximos post de Ahicito Nomás!

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