Hay lugares con paisajes que te deslumbran, en los que si tenés una cámara fotográfica a mano el problema principal será decidir hacia dónde disparar, y ante la imposibilidad de tomar una decisión correcta uno termina gatillando hacia todos lados, muchas veces incluso parado desde el mismo lugar, porque cada punto cardinal ofrece una imagen que vale la pena. A unos 70 kilómetros de la Capital Federal, en el céntro geográfico de la Ciudad de La Plata, su Catedral genera este tipo de impulsos. No son paisajes los que te obligan a levantar la cámara y apuntar, sino los detalles en las paredes y ventanas, lo alto de sus columnas, y la gran cantidad de obras de arte y ornamentos que se alzan aquí y allá.
Una excursión fotográfica por una iglesia que tiene el poder de impresionar incluso al más ateo. Pasá y visitá en imágenes la Catedral de La Plata.
Las torres principales fueron lo último en construirse pero al hacerlo se siguieron los planos de Beinot al pie de la letra. En la fachada hay 57 imágenes religiosas construídas en símil piedra.
Al ingresar lo que impacta de inmediato es el tamaño del edificio y lo alto de los techos, aún cuando ya viéndolo desde el exterior deberías esperarte algo así.
Los diferentes niveles de luminosidad dentro de la iglesia dan para jugar al claroscuro con la cámara.
Los vitrales son una obra de arte en sí mismos. Los primeros llegaron en 1937 desde Alemania pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a comprar los demás en Francia.
La madera tiene mucha presencia dentro de la iglesia.
Pero como en todo templo católico, las imágenes dominan la escena.
Algunas invitan a jugar con la cámara y las perspectivas.
Otras, como el Vía Crusis, son casi obligadas.
Y por supuesto la más importante es siempre la de Jesús crucificado.
Mientras que la más impactante es Jesús luego de que lo bajaran de la cruz.
Así pasó la excursión fotográfica por la Catedral de La Plata. Si querés saber más sobre esta impresionante iglesia y aún no lo hiciste, te recomiendo pasar por el post anterior. Y por supuesto, la próxima vez que visites la capital bonaerense no dejes de entrar a este templo.