Este post en la continuación fotográfica del anterior, donde te cuento los detalles de la Caverna y cómo llegar. Si te gustan estas fotos y querés ver estos lugares con tus propios ojos, no dudes en cliquear aca y pasar por el post para enterarte.
Lo que se viene ahora es una recorrida de la Caverna por fotos.
Los guardaparques nos recibieron en su puesto de control.
Allí pagamos la entrada y nos dieron los cascos.
La caverna está en lo alto, por lo que hay que subir una especie de escalera en la ladera.
Desde la entrada, el paisaje alrededor y el puesto de guardaparques se ve así.
Nos pusimos los abrigos, y finalmente entramos a la caverna.
A la Sala de la Virgen aún llega la luz del exterior y el ojo humano puede acostumbrarse y ver.
Más allá habrá que prender las linternas, con sus luces blancas y rojas.
Comenzamos a adentrarnos en la montaña y pronto hay que ir hacia abajo.
Con las luces rojas prendidas y los chistes sobre brujas, la excursión se pone divertida.
Las paredes aparecen pobladas de formas extrañas y pintorescas.
En algún momento tenemos que pasar de costado por el muy estrecho «Paso de la Monja».
Y llegamos al Chancho.
Las formaciones minerales están por todos lados, incluso pegadas a las rocas del techo.
Y llegamos a la gran atracción: la estalagmita gigante, que da lugar a comentarios de todo tipo.
Pasados los chistes de rigor alguien pide que miremos hacia arriba…
Las estalactitas que cuelgan del techo son impresionantes. La altura del techo también.
La siguiente prueba es «cargar» una estalagmita con la luz de la linterna. Aquí con flash:
Pero en realidad con las luces apagadas si estabas ahí lo veías así:
Las formas en las paredes y techos son impresionantes. Hay que tener cuidado de no tocarlas para evitar arruinarlas con las secreciones propias de nuestra piel.
Los velos son formaciones especiales. Con ellos podés hacer música al tocarlos, por ejemplo, con una birome.
Hay recovecos que dan ganas de meterse a explorar. Uno no tiene idea de a dónde van.
Esas cavidades suelen estar llenas de formaciones que parecen coral, cual fondo del mar.
Para emprender el regreso hay que ir con cuidado.
Hasta ver la luz del sol reflejándose allá a lo lejos, que te marca que ya casi estás, y que la bruja no te comió.
Y entonces sí, sabés que la excelente excursión se terminó.
MUY LINDO ME GUSTO MUCHO Y CUANTA NATURALESA
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Gracias por tu comentario! Sí, es un lugar increíble.
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