Mi estancia en la ciudad de Malargüe la aproveché realmente al máximo, tanto que tuve que agregarle un día más a los 3 planificados porque sino visitar todo lo que quería iba a ser imposible. Una de las mejores excursiones es la visita a la Caverna de las Brujas, donde te metés literalmente dentro de la montaña, una aventura de esas que pocas veces tenés oportunidad de experimentar, y donde te encontrás con extrañas y hermosas formaciones naturales.
La Caverna es una cavidad natural formada en la montaña hace miles de años por acción del agua que, en tiempos donde esta zona del planeta estaba bajo el océano, diseñó profundas y largas galerías subterráneas, a algunas de las cuales hoy se puede acceder. Dentro del lugar, que en total es enorme y del que sólo se recorre una pequeñísima parte, uno puede apreciar distintas formas en las piedras, destacándose especialmente las estalactitas, estalagmitas y los velos, todos formados por el depósito de diversos minerales transportados por el agua y que han quedado en estos lugares. Si bien a simple vista así parece, ninguno de ellos está hecho de hielo. También pueden verse formaciones que parecen corales.
Diferenciar estas formaciones minerales es relativamente fácil aunque uno no seas ningún experto en geología. Las estalactitas son aquellas que «cuelgan» desde el techo y se extienden hacia el suelo como queriendo alcanzarlo. Las estalagmitas son exactamente lo contrario, aquellas que crecen desde el suelo y parecen querer tocar el cielo. En ocasiones, ambas formaciones se unen, y pasan a ser una «columna». Por su parte, los velos no requieren mayor explicación, con solo verlos en la foto ya te das cuenta de cuáles son.
La Caverna debe su nombre a una leyenda que le atribuye haber sido uno de los lugares de encuentro elegidos por las brujas para realizar sus rituales. Según cuentan, los pobladores de los alrededores solían notar luces y sonidos extraños; y estos se debían a las reuniones que se daban en su interior, donde las brujas prendían fuego y danzaban a su alrededor. Estos encuentros solían durar 4 o 5 días y en ocasiones no se las veía salir de la cueva durante todo ese tiempo. Incluso, algunos pueblerinos decían haber escuchado el llanto de un bebé proveniente del interior, en plena noche. No se qué tan cierta será la historia, pero lo que sí puedo asegurarles es que la máscara que usaba la bruja principal quedó gravada en la piedra de la caverna.
En realidad son 3 los corredores que se internan en la montaña, pero el del medio es el que está habilitado para el turismo. Unos 20 metros por encima de este se encuentra el nivel alto, y desde el corredor principal parten también algunas cavidades que se dirigen hacia abajo, conformando el tercer nivel. Ni el de arriba ni el de abajo pueden visitarse ya que son demasiado peligrosos para transitarlos: una caída en plena oscuridad desde 20 metros no es joda. Y cuando te digo «plena oscuridad», creéme que es plena.
Originalmente la caverna se encontraba dentro de una propiedad privada cuyo administrador notó la gran afluencia de gente que la iba descubriendo, y vio el negocio. Así es que logró que los dueños se la concesionaran y comenzó a explotar comercialmente el turismo. En esa época cada guía preparaba su recorrido y se visitaban hasta 12 salas, dependiendo del estado físico de cada contingente. Pero luego debido a la gran cantidad de visitantes los dueños decidieron acotar el circuito a 6 de ellas. Por común acuerdo de los guías se definió que se llegaría hasta la Sala de las Flores.
Lamentablemente como de costumbre con los lugares donde el ser humano empieza a pasar con frecuencia, pronto comenzaron los desmanes. Muchos inadaptados comenzaron a romper formaciones para llevárselas de recuerdo a sus hogares (donde sin las condiciones de humedad y temperatura de la caverna seguramente no les duraron nada). Incluso cuando se decidió ponerle rejas, al no haber presencia de cuidadores luego de las 20 hs. se llegó al extremo de que dinamitaran el candado para seguir robando por la noche. Una de las piezas destruidas fue por ejemplo una estalagmita de la primer sala y que le dio el paradógico nombre de Sala de la Virgen, por parecerse a esa imagen. Si bien se la restauró, los expertos dudaron que el material moderno no surtiera efectos nocivos para el resto de la estructura, motivo por el cual nunca se instaló la restauración dentro de la cueva. Hoy la Sala de la Virgen no tiene virgen…
Finalmente el estado expropió el lugar y se hizo cargo del tema, conformando una Reserva protegida por ley y con presencia de guardaparques todo el tiempo en el puesto al pie de la montaña. Por razones de seguridad también se decidió limitar las visitas hasta la Sala del Encuentro, la última de las 4 que hoy se pueden conocer en una excursión que lleva unas 2 horas caminando dentro de la montaña. Quedó afuera la Sala de la Música, la cual está llena de velos que tienen la particularidad de tener diferentes sonidos. Según nos dijo la guía, en esta sala los velos recrean cada una de las notas musicales, al punto que hace varios años atrás, cuando aún se la visitaba, uno de los turistas tocó los acordes de una canción con ellos.
No todo es sonido igualmente dentro de la caverna; muy por el contrario a pesar de la oscuridad, las linternas que llevamos en los cascos hacen que las imágenes sean protagonistas de la excursión. Las luces dan diferentes colores, tonalidades y hasta formas en las rocas, e incluso en alguna estalagmita la luz de la linterna se concentra y, luego de algunos segundos de «carga», al apagar la linterna la formación sigue brillando con un color fluorescente medio tenebroso, como para que te acuerdes que ahí mismo es donde bailaban las brujas.
Para visitar la Caverna de las Brujas tenés que sacar un turno en el centro de información turística que está a la entrada de la ciudad de Malargüe, ya que la única forma de entrar es con un guía y estos llevan un cierto cupo de turistas por vez. Si contratás la excursión en una agencia de turismo evitás realizar este trámite por vos mismo, pero el precio del paseo en estas condiciones, a marzo 2015 te costaba $550 por persona. En cambio, si estás en auto (algo que en Mendoza resulta práctico y económicamente conveniente) pagás $130 por el turno en turismo (menores de 12 años no pagan) y luego $50 $60 más por la guiada en el lugar (valor actualizado a julio 2015 según información del Diario Uno de Mendoza), es decir un ahorro importante. Llegar con el auto es muy fácil: saliendo de la ciudad hacia el sur por la RN 40 recorrés casi 70 km hasta llegar a las cercanías de Bardas Blancas, donde cruzando el puente del río está la señalización para desviarte a la derecha y recorrer los restantes 8 km de ripio hasta la reserva.
Ahora ya sabés qué es la Caverna de las Brujas y cómo llegar. Si te gusta la aventura e internarte en lugares inhóspitos no podés dejar de ir, ni tampoco de llevar un abrigo (si vas en verano) porque en el interior hacen unos 10°C constantes. Un detalle importante a tener en cuenta es que sólo pueden ingresar mayores de 4 años, y los menores de 6 visitan únicamente la primer sala. La visita tiene cierta dificultad, especialmente por caminar entre rocas alumbrándote únicamente con la linterna que llevás en la cabeza, tener que pasar por pasadizos estrechos como El Paso de la Monja o por túneles donde hay que agacharse, pero no se necesita tener una condición física en especial. Igualmente, un buen calzado con el que pises firme te va a venir muy bien.
Si bien la escasa o nula luz que hay hizo que me de cuenta qué tan amateur soy como fotógrafo, de tanto disparar salieron muchas fotos potables, más de las que puedo poner en un post, por lo que el viernes sale otro dedicado íntegramente a las fotos de este lugar espectacular. ¡Si te gustó este no te olvides de pasar!
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ACTUALIZACIÓN JULIO 2015: NUEVO SENDERO EN LA CAVERNA DE LAS BRUJAS
Según publicó Diario Uno de Mendoza recientemente, los guardaparques de la Caverna de las Brujas están trabajando para habilitar un nuevo sendero que busca mostrar la flora del lugar y que incluirá un sector paleontológico, además de un mirador para observar cóndores (con lo cual, ni se te ocurra olvidarte la cámara de fotos ese día!!).
Si bien el sendero estará listo en breve, su apertura formal se realizará durante el verando 2016, plena temporada alta de turismo.
Ahora ya tenés un motivo más para visitar la caverna. Y en caso de que ya la conozcas, una buena razón para volver!
hola buenas tardes queria dos turnos para 2 personas para visitar Caverna de las Brujas
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Hola Valeria, gracias por leer el blog! Los turnos tenés que sacarlos en el centro de información turística! Saludos y que disfrutes la visita!
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Pingback: La Cascada de Manqui Malal: caminata paleontológica. | Ahicito Nomás
Gran experiencia adri! entre a la montaña hace unos 8 años cuando el recorrido era un poquitito mas largo! realmente fue algo maravilloso!!! Quedarse callado y a oscuras es una sensacion magica!!!
buen post!! abrazo!
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Gracias Tato!! Qué bueno deber haber sido eso, llegaste a la Sala de la Música seguro… No te pierdas la galería fotográfica el viernes! Abrazo
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Fuiste a la payunia? Hay que juntarse vino de por medio para ver fotos! Jajajaja 😀
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Es espectacular Payunia. Por supuesto que va a tener su propio post en breve. Anda comprando el vino porque fotos hay a montones jaja
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