«La guerra se la tenemos que hacer como podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.»
General Don José de San Martín, Orden General del 27 de julio de 1819.
Así instaba San Martín a su ejército a ir a la guerra contra los realistas hace casi 200 años atrás. Así lo podés leer vos hoy inscripto en las paredes del Memorial de la Bandera del Ejército de los Andes, un lugar imperdible para todo aquél que le apasione la historia, y en particular la gesta sanmartiniana y el cruce de los Andes; y en un aspecto más amplio, un lugar que ningún peurano, chileno o argentino que pase por Mendoza debería dejar de visitar.
El Memorial fue inaugurado el 17 de agosto de 2012 y se encuentra en el Centro Cívico, justo frente a la Casa de Gobierno de la provincia de Mendoza. Consta de una explanada con columnas lumínicas flanqueada por una enorme fuente adornada con la escultura de una especie de ángel de metal, pero nada de eso interesa. Lo importante está adentro, bajando por esa rampa de acceso.
Allí abajo el Memorial se divide en dos salas, una de las cuales alberga dos banderas españolas que rezan «Por el rey y por la patria», las cuales fueron tomadas como trofeos por el Ejército de los Andes tras una de sus victorias. Luego de la contienda San Martín se las ofreció al pueblo mendocino, principal protagonista de su ejército, en agradecimiento por su sacrificio. En la otra sala, la más solemne y emotiva, se encuentra la bandera original que se utilizara en la campaña de los Andes.
Lamentablemente dentro de las salas las fotos no están permitidas, por lo que el post está ilustrado por fotos del exterior únicamente, pero estando allí la verdad es que se entiende y hasta se agradece, porque ahí abajo se respira un aire diferente y el silencio es intenso pero no molesto. Es ese tipo de silencios que inspira respeto y admiración. La sala de la bandera está custodiada por un granadero, que además hace las veces de guía y te contesta todas las preguntas que se te puedan ocurrir.
Así por ejemplo me enteré que la bandera original tenía piedras preciosas, pero fue decisión del libertador quitárselas e intercambiarlas en Chile por armas y uniformes a fin de dotar al ejército que luego liberaría Perú. La bandera también está cargada de simbolismo. Muestra los colores invertidos: el azul de abajo simbolizando la nieve de las montañas y el blanco arriba por el cielo y sus nubes. Otro símbolo es el de las manos entrelazadas, destacando la hermandad entre los argentinos y chilenos.
La bandera está flanqueada por dos gorros utilizados por el ejército, de diferentes colores. El azul y bordó correspondía a la caballería, mientras que el celeste era el destinado para los oficiales de la infantería. Por su lado, los soldados rasos y los suboficiales de esta última fuerza portaban el verde en sus cabezas. Esta diferenciación no es por capricho ni estética, mucho menos por elitismo, nos explicó el granadero de guardia, sino que se explica por la necesidad de identificar a cada quién en un ejército donde muchos de sus integrantes no sabían leer.
La visita al Memorial es libre y gratuita, y se puede realizar de martes a viernes entre las 9 y las 18 hs, o los fines de semana de 11 a 18 hs. Ojo los lunes, porque está cerrado. Ya sabés, es un lugar donde se respira historia y las sensaciones y emociones son muy especiales, así que cuando visites Mendoza, no podés dejar de ir.