El sábado 18 de abril también fue un día muy especial para el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y para todos aquellos a los que nos fascinan los aviones. Veníamos de una semana aeronáutica muy movida por estos pagos, con la visita del B787 de American Airlines que podés ver en los dos posts anteriores, y ahora le tocó el turno al B747-8 matriculado D-ABYT. ¿Por qué fue una visita tan especial siendo que ya hace un tiempo que Lufthansa llega hasta Buenos Aires con este modelo? Bueno, fijate los colores del avión y vas a entender. El D-ABYT no sólo es el último B747 recibido por Lufthansa en febrero pasado, sino que además, en conmemoración al 60° aniversario de la línea de bandera alemana, está pintado con un livery retro, tal como el que utilizaba esta aerolínea allá por los años 60.
Desde que nos enteramos de esta novedad que los aerotrastornados estábamos obsesionados con cuándo este avión tan especial iba a tocar suelo argentino. Finalmente se nos dio y como no podía ser de otra manera, apenas nos enteramos empezaron los cambios de planes para liberar la tarde y pasarla en las inmediaciones de Ezeiza a pura foto.
Al llegar a la zona se dio el inconveniente de un hueco importante de tiempo sin despegues, así que a través de las aplicaciones no me decidía para dónde ir. Por suerte mis amigos de Spotters Group Argentina (pueden seguirlos en su twitter @ArgIntlSpotters) estaban en un lugar privilegiado del aeropuerto y me pasaron la data: salidas por pista 29, con lo cual me fui a la punta contraria, y esta es la secuencia que registré en la cabecera 11.
Realmente imponente, la Reina de los Cielos asomándose por encima de los árboles que tapan la vista de la cabecera 11.
Comienza a retraer el tren de aterrizaje. Nótese la nariz negra, detalle bien sesentoso.
Las ruedas ya están escondidas, así que comienza a cerra la bahía del tren de aterrizaje.
La bahía delantera ya está clausurada, mientras que las traseras finalizan el proceso.
Cuando pasa sobre mi cabeza se aprecia bien el livery retro que motivó nuestra escapada a Ezeiza al mejor estilo bombero. Hermosos colores.
Es un cuatrimotor imponente, pero a pesar de sus cuatro potentes turbinas, es un avión muy silencioso, demostrando así que es de última generación.
Desde este punto se ve un poco mejor la joroba, característica del Boeing 747, pero que en la versión 8 es algo más larga que la versión 400. De hecho el final del segundo piso queda tapado por las alas del avión.
Y así se alejaba, iniciando el vuelo LH511 con destino a Frankfurt, Alemania, directo y sin escalas.
Así pasó el D-ABYT por Ezeiza, y para mi fue un verdadero placer mostrártelo en Ahicito. Personalmente ese livery me encanta, así que espero que pronto vuelva a visitarnos.
Mientras tanto, te invito a seguir el blog y a que te des una vuelta para el próximo post!